El proyecto ‘Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’, la cultura del Argar, ha ganado el III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq.
Este proyecto tiene papel protagonista en el conocimiento de la Prehistoria reciente en España, y es considerada una de las culturas más relevantes de la Edad del Bronce en Europa. El Argar no es una cultura arqueológica más. Su principal característica fue la instauración de agudas desigualdades políticas y económicas, con gran relevancia patrimonial, cultural y económica.
El jurado ha fallado, de forma unánime, a favor de este proyecto, según anunció el portavoz del jurado constituido para esta tercera edición del Premio, Luis Monreal, durante la gala celebrada este jueves en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid, sede del evento desde su fundación. La gala fue presidida por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y contó con la presencia del presidente de la Fundación Palarq, entidad convocante del premio, Antonio Gallardo Ballart.
Durante su intervención, el portavoz del jurado quiso poner en valor la dificultad que ha supuesto para el jurado tomar la decisión final ante la gran calidad y originalidad de los proyectos presentados. En este sentido, Luis Monreal destacó que el proyecto premiado reúne todos los criterios que persigue el galardón: ”La calidad de la investigación, la relevancia del tema, el potencial de desarrollo, la aportación para cubrir una laguna en el conocimiento y la capacidad de difusión”.
El portavoz del jurado destacó el carácter innovador de un proyecto “que pretende desentrañar aspectos inmateriales de una milenaria civilización que existió en España, en un área comparable a la superficie de Bélgica, y de una cultura en la que se desentrañan las desigualdades y relaciones, parentescos y la formación de una sociedad que desapareció”.
El jurado de la tercera edición del Premio estaba formado por Luis Monreal, director general de la Fundación Aga Khan, Ginebra; el profesor Tim D. White, director del Centro de Investigación de la Evolución Humana de la Universidad de Berkeley; María de Corral López-Dóriga, comisaria independiente, crítica de arte y asesora artística; Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, jurista, empresario y académico; Margarita Orfila, catedrática de Arqueología de la Universidad de Granada; Pepe Serra, director del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC); y Jesús García Calero, director cultural del diario ‘ABC’.
En sus palabras de bienvenida, el presidente de la Fundación Palarq, Antonio Gallardo Ballart, destacó que el proyecto ganador “responde a un trabajo excelente de muchos años que ha puesto en valor una cultura muy relevante de la Edad de Bronce que no se conocía, la cultura del Argar, dentro del ámbito geográfico de varias provincias, principalmente la de Murcia. Se trata de un proyecto de alcance: con muchos años de investigación en el pasado, en el presente y con muchos aspectos de la cultura del Argar que se podrán ir descubriendo y divulgando en un futuro”.
En representación del equipo de investigación, Cristina Rihuete agradeció el premio y lo que éste significa para la continuidad del proyecto: “Básicamente, el premio nos va a permitir concentrarnos en la investigación básica y en su divulgación”. Sobre los resultados de la investigación realizada hasta ahora, se refirió otro de los investigadores principales del amplio equipo que integra el proyecto, el doctor Rafael Micó: “Los principales resultados tienen que ver con el conocimiento cada vez más detallado de la organización política, de las relaciones económicas incluso de las normas de parentesco de una comunidad prehistórica de hace 4.000 años”.
En este sentido, Micó añadió que “este tipo de campo de estudio nos permite contribuir de una manera muy interesante a debates de enorme interés que no pasan de moda como el origen de las civilizaciones o el origen de las sociedades con desigualdades, el origen de la violencia y qué efectos puede tener en la vida cotidiana”.
El investigador más veterano del equipo, Vicente Llull, elogió la labor de Fundación Palarq, “desde donde se está valorando el trabajo de equipo y esa apuesta en un contexto de competencia como el actual es muy meritorio”. Llull puso en el centro de su intervención una crítica directa a la política investigadora en los campos de la arqueología y la paleontología por parte de la Unión Europea, refiriéndose especialmente a los informes de impacto, que calificó de superficiales, y a los criterios de evaluación de sus programas en este campo.
El equipo en su totalidad recogió el premio de manos del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, quien elogió la labor de la Fundación Palarq: “Necesitamos que haya expertos que en el campo nos descubran la riqueza de nuestra historia y fundaciones privadas que pongan en valor y ayuden a esos proyectos”, afirmó, a la par que animó a los profesionales a seguir investigando.
“Investigar sobre el pasado remoto poco conocido quizá no tiene rentabilidad económica pero sí tiene un valor inmenso de conocernos mejor. Conocer el pasado es una buena herramienta para entender el presente y conocer la relación entre las cosas”, concluyó el ministro.