El equipo científico del proyecto CaixaResearch Placenta Artificial ha desarrollado un prototipo que permite una supervivencia del feto de 12 días en buenas condiciones en un modelo animal y ahora inician una segunda fase con el objetivo de conseguir una supervivencia de entre tres y cuatro semanas.
Para el director de BCNatal y líder del proyecto, Eduard Gratacós, se trata una solución disruptiva que «cambiará el paradigma de los bebés prematuros extremos» porque aumentará la supervivencia y reducirá las secuelas de estos recién nacidos con seis meses o menos, ha dicho este lunes en rueda de prensa.
En esta segunda fase, que tendrá una financiación de 4,3 millones de euros por parte de la Fundación La Caixa, quieren mejorar la tecnología que han utilizado hasta ahora para llevar el prototipo a «un nivel de seguridad extremo» con el que puedan plantear su uso clínico.
«Conseguir sacar un feto de su madre y que siga viviendo como un feto. Tenemos que engañar a la naturaleza al máximo», ha remarcado el líder del proyecto en el que ahora también trabajarán la definición de un marco bioético y de los protocolos necesarios para la transición a la vida neonatal, es decir, el nacimiento del feto desde la placenta artificial.
Gratacós cree alcanzar entre las tres y cuatro semanas supondrá un «cambio radical» en la supervivencia de estos fetos: en Europa nacen cada año 25.000 bebés prematuros que, con este proyecto, tendría un mejor pronóstico y reducirían la mortalidad y las secuelas.
El director general de la Fundación la Caixa, Antonio Vila, ha reivindicado el compromiso de la fundación con el proyecto que ya financiaron en una primera fase de dos años y medio que ha culminado con el anuncio de este lunes.
El director general del Hospital Clínic, Josep Maria Campistol, y el director gerente del Hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, como representantes de los dos hospitales que participan en el proyecto, han coincidido en que esta placenta puede «cambiar la realidad» de los bebés ultraprematuros y sus familias.
La especialista de BCNatal y coordinadora del proyecto, Elisenda Eixarch, ha descrito los «hitos» que han conseguido en los primeros dos años y medio del proyecto en el que la supervivencia lograda ha subido de manera exponencial hasta conseguir mantener con vida al feto durante 12 días en tres ejemplares de oveja de los más de 50 que han utilizado.
El prototipo incluye un entorno protegido compuesto por un contenedor translúcido fabricado en material biocompatible que está conectado a un sistema de circulación de líquido amniótico que mantiene el feto en un entorno líquido aislado de los estímulos exteriores.
Eixarch ha explicado que la conexión entre el útero y la placenta artificial es «esencial» porque tiene que hacerse antes de que el bebé respire y ha detallado que el prototipo, además, es accesible para realizar controles ecográficos y permitir una monitorización continua intensiva del feto.
También han desarrollado un sistema de circulación extracorpórea, compuesto por una membrana oxigenadora y un sistema de piezas que facilitan la circulación de la sangre y su oxigenación, que son simuladas como sucede en una placenta natural.
Los investigadores han creado un sistema de monitorización no invasivo en tiempo real con el que vigilan al feto de forma remota: tienen un control intensivo de su estado y desarrollo, además de protocolos de administración de nutrición, hormonas y otras medicaciones.