Pese a la crisis provocada por la guerra, Rusia se convierte en el segundo suministrador de gas a España, por detrás de Argelia y superando a Estados Unidos durante el mes de mayo.
Las importaciones de gas que España le realiza a Rusia se dispararon el pasado mes de mayo alcanzando los 9.663 gigavatios hora(GWh), lo que triplica la cantidad de gas que se suministró desde el gigante europeo a España el mismo mes pero del pasado año, cuando alcanzó los 3.289 GWh según el boletín de Enagás.
Todo el gas suministrado por Rusia llega a España en barco como gas natural licuado (GNL).
Con el nivel de importaciones que ambos países han alcanzado, el gas ruso cubrió el 27,8% de la demanda del mes de mayo de 2022 de España, solo por detrás de Argelia, que exportó 9.824 GWh a España, lo que supone un 28,3% de la demanda.
Cabe destacar que pese a la guerra con Ucrania y los vetos internacionales, el gas ruso no está vetado. De hecho, el gas ruso que llega a España proviene de contratos a largo plazo con Yamal LNG, consorcio liderado por la empresa rusa Novatek, y cuyo accionariado cuenta con capital europeo.
Tras cubrir los primeros dos puestos del podio de importaciones, en el tercer lugar queda Estados Unidos. Las importaciones de gas del gigante americano cayeron hasta los 1.964GWh, casi un 85% menos que el año pasado, cuando se importaron 13.083 GWh.
Pero en el acumulado del año sí que existen cambios. En primer lugar está Argelia con 44.015 GWh, por delante de Estados Unidos que exportó 36.055 GWh. Juntos suman el 45% de las importaciones totales.
Por detrás de ellos se sitúan Rusia, con 33.472 GWh, el 19,0% del total, y Nigeria, que alcanza en estos primeros cinco meses del año los 27.297 GWh, el 15,5%.
El último boletín de Enagás también refleja que los almacenamientos españoles se encuentran en niveles de récord con el 94% lleno, mientras que en mayo del año pasado la cifra se situaba en el 66%.
Todo esto ocurre en un momento en el que la demanda nacional de gas cae un 4,6% respecto al año pasado situándose en 24.536 GWh.
El boicot de Sánchez al gas argelino
Los acercamientos del gobierno de Pedro Sánchez a Marruecos han sido constantes durante toda la legislatura, llegando a su momento más álgido el pasado 14 de marzo de 2022. Cuando Sánchez envió una carta al rey marroquí, Mohamed VI, en el que mostraba su apoyo a la solución que daba Rabat para acabar con la tensión el Sáhara.
Argelia, principal aliado del Frente Polisario, no tardó en responder y mes y medio después rompían el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación. Además, a través de la Abef (la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras), Argel anunciaba la congelación de todas las domiciliaciones de operaciones comerciales con las empresas españolas.
Lo que ha supuesto para todos los empresarios, la mayoría pymes, en el mercado argelino unas pérdidas que superaron los mil millones de euros a comienzos de la pasada primavera.
Gran parte de las sociedad españolas afincadas en Argelia, tratan de vender sus productos en otros mercados, mientras que otros han deslocalizado su producción en otros países europeos como Portugal, Francia o Italia, para sortear el veto de las instituciones argelinas.
«Argelia sigue presentando muchas oportunidades de negocio para las empresas españolas, somos países complementarios, y la proximidad de las elecciones presidenciales en el país hace que haya aún un dinamismo mayor, con nuevos proyectos públicos y privados. El interés por Argelia no ha decaído. Además, la relación entre los empresarios de los dos países es muy buena, y hay mucha afinidad entre nosotros» destaca el empresario Alfonso Tapia, CEO de Onmicrea Consultoría, en La Razón.