Hoy, nos aventuramos a prescindir del ingrediente estrella del salmorejo cordobés, el pan, y creamos una nueva versión de esta deliciosa receta. El resultado es un salmorejo sin gluten, perfecto para aquellos que padecen celiaquía o siguen una dieta de control de peso. A pesar de esta adaptación, la consistencia cremosa y suave, así como el sabor inconfundible, se mantienen intactos. ¿Quieres descubrir cuál es el secreto detrás de esta innovación culinaria?
2El segundo truco: el huevo duro como espesante
El segundo secreto detrás de este salmorejo sin pan es la incorporación de huevo cocido a la receta. El huevo duro actúa como un espesante natural, brindando una textura idéntica a la del salmorejo tradicional. En el vaso de una batidora o robot de cocina, añadimos los tomates escurridos, el diente de ajo pelado (o medio diente si preferimos un sabor más suave), una cucharadita de vinagre (opcional) y medio huevo cocido. La otra mitad del huevo la reservamos para el momento de servir.
