La vainilla es uno de los sabores y olores más comunes en el mundo y, la leyenda urbana que gira en torno a esta tiene que ver con los castores. El castóreo es un compuesto químico que los castores liberan para marcar su territorio. Pero, lejos de lo que se puede pensar, el castóreo no proviene directamente del ano del castor, sino de los sacos de ricino del animal, ubicados muy cerca de sus glándulas anales, justo entre la pelvis y la cola.
Realmente entre los años 60 y 70 se empleaba el castóreo para potenciar ciertos sabores pero, en la actualidad ya no sucede. La vainilla es obtenida de un género de orquídeas cuyas especies habitan en regiones tropicales de América y Asía. El extracto se obtiene del fruto de la orquídea, que se le llama ‘vaina o chaucha’ el cual es macerado y procesado hasta obtener productos cosméticos o de repostería.