Las vacas son consideradas como uno de los animales que más contamina, esto se debe por las flatulencias que estas tienen, produciendo un efecto invernadero gracias al metano que ellas expulsan por su digestión animal.
Cada vaca en el planeta Tierra emite 90 kilos de metano al año, considerándose este gas más peligroso que el CO2, por lo que ante esta situación miles de personas alrededor del mundo se ha convertido vegetariana y/o vegana para así no consumir carne de vaca. Para la producción de un kilogramo de carne se estima que se necesita una media de unos 20.000 litros de agua y generan unos 27kg de CO2, por lo que si sigue aumentando el consumo de carne, la producción animal aumentaría y si esta aumenta, los índices de contaminación por parte de las vacas se dispararía.