La paloma blanca con una rama de olivo en el pico es el símbolo por excelencia de la paz, encontrándose esta imagen en muchas lápidas de cementerios.
Esta ave es reconocida internacionalmente y admitida en todas las culturas y países, pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que se comenzó a masificar su uso. Al finalizar la guerra, Pablo Picasso participó en un Congreso Mundial por la Paz y fue ahí donde él diseñó los carteles infográficos y puso la famosa paloma blanca pero sin la rama de olivo en el pico, que hasta un tiempo después que le quiso agregar la famosa rama.
Este simbolismo procede de la tradición judeo-cristiana, ya que en la biblia se narra que cuando fue el diluvio universal Noé había subido a su arca a un par de cada especie de animal, y para comprobar si estaban cerca de tierra firme al finalizar los 40 días de lluvia, este lanzó una paloma blanca al aire y el ave volvió con una rama de olivo, de ahí la inspiración de Picasso.