A finales del mes pasado una plataforma política alemanas denunció que presuntamente «las fresas de Andalucía» se regaban con agua «robada» e incitaba a las empresas germanas a dejar de comprarlas. LIDL y Aldi han mostrado su compromiso a seguir comprando fruta española.
El pasado 31 de mayo la plataforma política alemana Campact lanzaba una campaña de boicot a la fresa de Huelva, para presionar al gobierno andaluz y que retire la proposición de ley para ampliar la superficie regable con aguas superficiales de la Corona Norte de Doñana.
La plataforma promueve ideas «progresistas» y reclamaba a las cadenas de supermercados germanas que dejasen de importar y vender este producto. La venda de fresas a Alemania supone el 30% de las exportaciones del sector.
Las reacciones no se hicieron esperar. Por parte del gobierno, el presidente, Pedro Sánchez escribió un tweet en Twitter que rezaba:» El negacionismo arruina nuestro medioambiente y corre el riesgo de arruinar las economías locales. Salvemos Doñana».
Al que se sumó la ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, quien señaló por redes sociales que: «Alerta entre los consumidores alemanes que amenazan con un boicot a las fresas españolas. Es imprescindible despejar YA cualquier duda: Juanma Moreno debe retirar de inmediato la ley de regadíos que amenaza».
Por otra parte, los agricultores de La Asociación Interprofesional de la fresa andaluza, Interfresa, se defendieron asegurando que todas las fresas comercializadas en Alemania cuentan con un certificado de uso legal y responsable del agua de cultivo. Además, añaden que toda la fruta que se exporta cuanta con el certificado Sprong de Global G.A.P IFA. que avala a productores y comerciantes en la gestión legal, eficiente y responsable del agua que usan para regar los cultivos.
Recuerdan también que los supermercados alemanes como Rewe, Aldi, Lidl, Edeka y Kaufland exigen estas certificaciones.
Aldi y Lidl se alejan de la polémica con condiciones
Desde Aldi España salieron al paso recordando que la mayoría de fresas venden en sus instalaciones provienen de Huelva y que todas tienen origen español debido a «la exigente calidad del producto nacional». Y han asegurado que mantienen un «fuerte compromiso» con el sector agrario español y que apoya las medidas que aseguren la gestión del agua y suelo de Doñana a largo plazo.
La cadena de supermercados alemana ha informado también de que periódicamente evalúa controles de forma periódica para comprobar los posibles riesgos en materia medioambiental en la cadena de suministros. Y que por lo tanto pueden asegurar que todos los productos que venden tienen la certificación obligatoria, según cada país tiene una distinta, y que es necesaria para ser vendida.
El grupo alemán se ha comprometido a trabajar con productores, que pese a que estén ubicados en zonas de riesgo hídrico, puedan atesorar que hacen un uso «razonable y sostenible» del agua de regadío.
A su vez Lidl ha rubricado ese apoyo a la fresa española en un comunicado en el que destaca que seguirá trabajando con el género español «en el futuro, con el fin de generar cambios positivos» en el marco de la colaboración entre ambas partes. Lidl ha señalado su «firme compromiso» con la huerta española, lo que ha contribuido «de manera decisiva a la exportación de las frutas y hortalizas y al desarrollo del sector agrícola español a lo largo de los años»
También han comentado también que siguen «muy de cerca» la situación del cultivo de frutos rojos en Doñana.
Para añadir que mantienen un contacto muy estrecho con organizaciones como WWF, Alliance for Water Stewardship (AWS) y Bundesverband des Deutschen Lebensmittelhandels con las que evalúan y tratan de mejorar sus relaciones con los proveedores.
De esta forma ambas empresas alemanas se han desmarcado de la polémica, aunque algunos usuarios ya llamaban al boicot a ambos, aunque han dejado clara su preocupación por la situación en Doñana.