Las pasadas elecciones del 28 de mayo, y la nueva llamada a las urnas del 23 de julio, ha hecho que las programaciones de las televisiones se llenen de un tipo de contenido habitual en estos tiempos de programas políticos, propuestas y promesas: los debates.
Pero este tipo de encuentro en el que dos o más competidores exponen argumentos a favor, o en contra, de una serie de ideas no es único del mundo de la política. Los debates pueden darse tanto de manera informal entre un grupo de amigos como incluso en ligas especializadas en institutos o universidades, recuerdan desde La Superpapeleria, portal online del mundo de la oficina y el estudio que ofrece todo lo necesario para preparar bien uno de estos encuentros.
Salvo en los casos menos oficiales, acudir a un debate supone pasar por un proceso de preparación no solo mental e ideológico, sino también de objetos que son claves para marcar la diferencia y posicionar a la audiencia de nuestro lado. Estos son los principales elementos y pasos que hay que dar para llegar a un debate con una gran posibilidad de éxito frente a los contrincantes:
Elementos para sorprender en un debate
Por supuesto, la forma de hablar, la explicación de argumentos convincentes y el carisma son claves para el buen desarrollo de estos combates dialécticos, pero no son lo único. Desde el punto de vista de las herramientas útiles para el debate, no pueden faltar las siguientes:
- Elementos de escritura: un bolígrafo y un bloc de notas o folios serán los aliados indiscutibles. No solo porque permiten llevar notas previas, sino porque hace posible tomar anotaciones e ideas de próximos argumentos mientras los contrincantes intervienen. Esto se traduce en unos discursos más ordenados, claros y consistentes.
- Carpetas y archivadores: cada vez es más habitual acudir a los discursos con material previamente preparado. Ya sea con gráficos, impresiones o cualquier otro elemento visual que se pueda mostrar para apoyar lo que se está diciendo, llevar esto ordenado en archivadores o carpetas hace que se pueda recurrir a ellos fácilmente.
Pasos para preparar un debate
Desde el punto de vista intelectual, no conviene acudir a un debate sin prepararse previamente. Por mucho que se conozca el tema, o temas que se van a tratar, un planteamiento previo hará que las intervenciones resulten mucho más interesantes para el público.
- Poner las ideas sobre la mesa: hacer una previsión de temas a tratar y reflexionar detalladamente sobre qué posicionamiento se tiene sobre ellas permite encontrar titubeos en las argumentaciones y asentar ciertos valores que luego se deben defender a capa y espada.
- Nutrirse de datos: datos objetivos, argumentos de autoridad, estudios científicos… Estos datos oficiales permiten que todas las ideas que se defiendan vengan avaladas por la realidad. Debatir no es solo enfrentar opiniones, sino respaldarlas con explicaciones claramente irrebatibles.
- Ensayar la locución: la forma de contar las cosas, el modo en que se habla y en el que se escucha, todo esto puede entrenarse para mostrar un perfil dialogante, pero a la vez decidido, comunicativo y convincente.
Gracias a estos pequeños consejos, se puede salir airoso de cualquier tipo de enfrentamiento dialéctico, sea cual sea el motivo, el público y el contexto. Con los materiales y la preparación previa indicada, convencer será más fácil que nunca.