La Dirección General de Tráfico (DGT) es el organismo gubernamental encargado de velar por la seguridad en las carreteras españolas. Su objetivo principal es reducir el número de accidentes de tráfico y, para ello, se encarga de aplicar medidas preventivas y sancionadoras en caso de incumplimientos por parte de los conductores y demás usuarios de la vía pública.
3La responsabilidad del ciudadano
La DGT tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad en las carreteras, y el uso de dispositivos electrónicos mientras se conduce supone un riesgo para la seguridad vial. Por eso, la multa por tener cualquier dispositivo digital en las manos mientras se conduce es una sanción necesaria. La finalidad de esta sanción es evitar que los conductores se distraigan y pongan en peligro su vida y la de los demás.
Es importante que los conductores sean conscientes de las consecuencias que puede tener el uso de dispositivos electrónicos mientras conducen y eviten realizar cualquier actividad en el coche que pueda distraerlos. Para ello, es recomendable que se planifiquen las rutas con antelación y se programen los dispositivos electrónicos antes de iniciar la conducción. El uso de dispositivos electrónicos durante la conducción está prohibido y puede ser sancionado por la DGT.
Para evitar multas y garantizar una conducción segura, es importante que los conductores se informen sobre las distintas medidas preventivas que existen para evitar la distracción al volante. Algunas de estas medidas incluyen el uso de equipos de manos libres y sistemas de navegación por voz, así como la planificación de la ruta antes de iniciar la conducción. Además, es importante que los conductores se aseguren de tener una buena visibilidad en todo momento y de mantener sus dispositivos electrónicos alejados de las manos mientras están conduciendo.
En cualquier caso, como ya hemos comentad en párrafos anteriores, la multa por tener cualquier dispositivo digital en las manos mientras se conduce debe ser vista como una medida de protección para los conductores y los demás usuarios de la vía. Es una forma de disuadir activamente a los conductores de realizar actividades que pongan en peligro su seguridad y la de los demás. Si todos los conductores actuamos de forma responsable y seguimos las normas de tráfico, podremos garantizar unas carreteras seguras para todos.