Atestado del triple atropello mortal de Suesa(Cantabria) confirma que el conductor casi choca antes con otros dos coches

El conductor del atropello que causó la muerte a tres personas el 4 de abril en la localidad de Suesa (Ribamontán al Mar), Jaime A.F., estuvo a punto de chocar con otros dos vehículos que circulaban en sentido contrario momentos antes del accidente, según han relatado los testigos a la Guardia Civil.

En su atestado remitido al Juzgado,  se incluye el testimonio de varias personas que se cruzaron con el hombre, tanto a pie como en sus vehículos, y coinciden en que circulaba de forma «irregular», a una velocidad «muy rápida» y en «zig-zag». Además, han trasladado que el conductor estuvo varias horas en un bar donde, antes de marcharse, «intentaron quitarle las llaves por su estado de embriaguez».

Un hombre que estuvo en el establecimiento ha señalado que, tras tomar algo, se marchó sobre las 15.30 horas y dejó allí a Jaime A.F, sobre el que posteriormente le comentaron que estuvo unas cuatro horas más junto a otros clientes y que debieron tomar «cuatro cosas más, ya que pagaron algo más de 80 euros».

Mientras, dos conductores que se cruzaron al presunto autor del atropello, un vecino de Ribamontán al Mar de 73 años, han manifestado que llegaron a tener miedo de sufrir un accidente. Se trata de una mujer que circulaba junto a su hijo de siete años y de un hombre que iba con su mujer y su hija, ambos por la CA-433 en dirección Somo.

Jaime A.F conducía en dirección contraria pero, según han indicado, iba «superdeprisa» e invadiendo el carril contrario, por el que ellos circulaban en el otro sentido. «Venía recto», ha relatado la mujer, que tras ver que tomaba la curva «descontrolada, ladeándose el vehículo» (como si fuera a volcar), y ante la inminencia de colisionar dio un volantazo llegando a circular por el arcen y por la cuneta.

Más adelante miraron hacia atrás y no vieron nada, pero al conocer el accidente su hijo le dijo que había visto «salir algo por el aire».

En el mismo sentido se ha pronunciado el hombre que conducía junto a su mujer y su hija, que ha dicho que se encontró un vehículo que circulaba por el carril contrario y al ver que no cambiaba tuvo que frenar. Antes de llegar a darle el claxon, éste «dio un fuerte volantazo» y se incorporó a su carril dirección Suesa.

Otra pareja caminaba por la senda que une Somo y Suesa cuando vio pasar al conductor y comentaron que iba «muy rápido». Poco después oyeron un golpe fuerte y, al acercarse, avistaron en la carretera a las víctimas –una mujer de 42 años y su hijo de 19, vecinos de Sestao (Vizcaya), y otra de 68 vecina de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja)– y al hombre en su vehículo.

También ha prestado declaración el responsable del camping Somo Parque de Suesa, cercano al lugar del accidente y donde estaban alojadas las víctimas, que no vio lo ocurrido pero ha trasladado que una mujer le comentó que había visto al conductor hacer maniobras «temerarias» y que el hombre con el que estuvo en el bar le contó que previamente habían intentado quitarle las llaves del coche.

SANCIÓN POR ALCOHOLEMIA EN LA MISMA CARRETERA

Jaime A.F, que se encuentra en libertad provisional ya que el juez ha considerado que no hay riesgo de fuga o de reiteración delictiva, ya contaba con una infracción administrativa por duplicar la tasa permitida de alcohol al volante en julio de 2021 (dio 0,50).

Además, en agosto de 2022 tuvo un siniestro contra un contenedor de reciclaje de vidrio en la carretera entre Astillero y Santoña, y se achacó el accidente a la somnolencia o a un posible desvanecimiento.

Las pruebas en sangre han confirmado los resultados del test de alcoholemia que se le realizó tras el accidente mortal del 4 de abril, cuando casi triplicó la tasa permitida (0,73 mg/l), pero no los de drogas, ya que en primera instancia dio positivo en cannabis y después se constató que se trataba de Alprazolam. De hecho, durante su exploración en la camilla de la ambulancia manifestó que tomaba varios medicamentos.

En el informe de esa exploración se indica que el hombre se encontraba «alertargado» y que no reaccionaba de forma rápida a los estímulos, pues había que reiterarle varias veces las indicaciones para que las comprendiera. Por ello, se concluye que no se encontraba en condiciones de conducir.