Ni el bono térmico de Mónica García ha sido suficiente munición para que el PSOE haya conseguido subir puestos en las elecciones municipales y autonómicas en la región madrileña. Una «decepción» socialista en los resultados electorales que no ha hecho más que incendiar aún más al PSOE-M de forma interna, siendo ya muchas las voces dentro del socialismo madrileño que quieren una auténtica «revolución» dentro del PSOE, no sólo ante las intromisiones de la cúpula nacional del partido en las candidaturas de la capital, sino también ante la posición de Juan Lobato, que cada vez parece contar con menos apoyos de los suyos en Madrid.
Parecía fácil que el PSOE de Juan Lobato consiguiese unos buenos resultados en estas elecciones. Al menos, de cara a los comicios autonómicos; no sólo por el buen papel de Juan Lobato, que no ha dudado en recorrerse la geografía madrileña para pedir el voto de los ciudadanos madrileños, sino también por las constantes polémicas que han pesado sobre su principal adversaria, Mónica García.
Polémicas que podrían haberle costado caro a la candidata autonómica por Más Madrid; especialmente, en el caso del cobro del bono social térmico, o la fuerte polémica en la que se vio envuelta debido al IBI de su casa familiar. Polémicas que, según las encuestas, podrían haber arrastrado también a Rita Maestre, llevando al PSOE, tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento, a dar el «sorpasso» a Más Madrid, convirtiéndose en la segunda fuerza política.
Situación que no se ha producido finalmente en las elecciones, quedando Más Madrid en su segunda posición, al igual que en los últimos comicios. Algo que no sólo hunde al PSOE también en la autonomía madrileña, al igual que en gran parte del territorio nacional, sino que también promete crear una brutal guerra interna dentro del PSOE madrileño.
EL PSOE-M ROMPE FILAS CON JUAN LOBATO
Así pues, claro era ya el enfado de los socialistas madrileños con la constante «vigilancia» de la cúpula del socialismo. Un apadrinamiento que se mantiene constante en los últimos años, eligiéndose desde la dirección del partido socialista al candidato para el Ayuntamiento de Madrid; elección que, generalmente, ha acabado siendo un fracaso, tal y como se ha podido comprobar en el caso de Reyes Maroto o de Ángel Gabilondo.
Caída en picado del PSOE en el Ayuntamiento de la capital que ha provocado que la guerra interna que ya existía en el partido haya regresado con más fuerza en Madrid. Y es que, cansados de las decisiones arbitrarias de la cúpula nacional del partido, y de sus efectos en la capital, los del PSOE-M podrían estar a punto de exigir que «rueden cabezas». En primer lugar, la de la candidata al Ayuntamiento, Reyes Maroto, pero seguida muy de cerca por la del candidato de la Comunidad, Juan Lobato.
Y es que Lobato parece haberse olvidado casi por completo de su papel como secretario general de los socialistas de Madrid; un papel decisivo a la hora de escoger los candidatos, pero que parece haberse doblegado a los deseos de la cúpula nacional, y no a los intereses del PSOE-M que, unas elecciones más, ve desvanecerse casi por completo sus intentos, no sólo de llegar a Alcaldía y Presidencia, sino de convertirse en la segunda fuerza política de la región madrileña.