Los insultos, las expresiones de odio, el domingo, en el estadio valenciano de Mestalla al jugador brasileño del Real Madrid Vinicius han obligado a varios dirigentes políticos a pronunciarse, entre ellos el siempre presente Gabriel Rufián.
A fijar posición. Empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien condenó los hechos y subrayó la «tolerancia cero con el racismo en el fútbol«. Hubo coincidencia, entre los responsables de distinto signo, en condenar lo sucedido en el Mestalla, aunque no lo hicieron con el mismo grado de contundencia.
Todo sucedió tras una acción, surrealista acción, en el minuto 69. Dos balones había en el campo, y Comert despejó uno de ellos justo en la dirección en la que estaba Vinicius. El resultado, el cuero golpeó al que el brasileño conducía cuando entraba en el área.
Vinicius sufre otro ataque de racismo y los políticos aprovechan
A partir de ahí, dudas. Dudas sobre qué señalar en una jugada que terminó con falta y con amarilla para el central del Valencia. Entre todo el tumulto, Vinicius estalló. Señalando directamente a la grada y encarándose con la afición del Valencia.
Se iban sumando jugadores. Militao, Rudiger, Tchouameni… y también valencianistas como Gayá, capitán del equipo de Rubén Baraja.
«No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los adversarios la alientan. Lo siento», lamentó el futbolista en sus redes sociales, asegurando que vive en «una hermosa nación» que le «acogió» y a la que «ama», pero que «accedió a exportar al mundo la imagen de un país racista«. Y añadió: «Hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas. Y desafortunadamente, para todo lo que sucede cada semana, no tengo defensa». Y claro, a partir de ahí, todos se volcaron con el jugador del Real Madrid. O al menos todos lo que lo quisieron.
Gabriel Rufián alza la voz y expone otros hechos para hablar de España y racismo
Los cánticos contra Vinicius fueron repetidos y nada de aislados o individuales. A la llegada del Madrid al campo y ya en el estadio radicales valencianistas le llamaron «mono, mono» al futbolista.
Pero no se ha quedado ahí. Y es que el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, ha vuelto a publicar un tweet sobre este debate y el problema que existe en España si tiene que pasar algo de esta magnitud para que se hable sobre este tema.
El político catalán ha sido una de las voces más críticas con el lamentable episodio por los insultos a Vinícius por parte de varios aficionados en la grada del Estadio de Mestalla. El jugador brasileño estuvo a punto de marcharse del terreno de juego tras señalar a un hincha que le habría insultado y que fue expulsado por la policía.
«Un país en el que tiene que insultarse al jugador de un equipo grande de fútbol para que haya un debate durante horas sobre si el racismo es un problema tras décadas viendo cómo mueren decenas de personas cada año frente a sus costas, no solo tienen un problema con el racismo», ha publicado Rufián.
Un país en el que tiene que insultarse al jugador de un equipo grande de fútbol para que haya un debate durante horas sobre si el racismo es un problema tras décadas viendo cómo mueren decenas de personas cada año frente a sus costas, no solo tienen un problema con el racismo.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) May 22, 2023
En otra publicación, el portavoz de ERC ha afeado que se justifiquen los insultos al jugador brasileño diciendo que va «provocando«. «Nada justifica el racismo pero tampoco se puede ir provocando por ahí», ha ironizado al respecto.
Pese a lo «inaceptable de estas agresiones», el CSD cree que no hay que «generalizar», pues los insultos proceden de una «minoría de exaltados» que «confunden la pasión con el odio» y que «no deberían volver a pisar un campo de fútbol».
Además, el organismo dependiente del Ministerio de Cultura propondrá a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a LaLiga desplegar una campaña conjunta de «concienciación dirigida a las aficiones», para luchar contra «la lacra del racismo y la xenofobia» y para «combatir los discursos del odio en el deporte».