Las hamburguesas marcan tendencia. Y es que cada vez son más los restaurantes y marcas que apuestan por crear la «hamburguesa» perfecta para sus clientes, buscando innovar con sus ingredientes. Tendencia que, sin embargo, está provocando a su vez que cada vez sea más difícil conseguir encontrar un local en el que la hamburguesa sepa exactamente a eso, a una hamburguesa bien hecha, casera, y con cariño. Algo que sí han conseguido en Frankie Burgers, que llega a la calle Espronceda, en Chamberí, para «conquistar» los paladares con una apuesta gastronómica centrada en el «hand-made».
Tras nacer, con éxito, en Alcalá de Henares, Frankie Burgers , perteneciente a Monio Group, comenzaba su expansión a la calle Ponzano de Madrid. Ahora, han lanzado un nuevo local en la calle Espronceda, al que no dudamos en acudir para conocer la hamburguesa que ha conseguido conquistar el segundo puesto como mejor hamburguesa para degustar a domicilio en España en el reputado campeonato Best Burger Spain 2023.
LA HAMBURGUESA QUE ESPERABAS
Una carta sencilla, no excesivamente extensa, con unos pocos entrantes, y una variedad interesante de hamburguesas, tanto de pollo como de carne, es el primer punto de presentación de Frankie Burgers. Unos entrantes que conquistas, ya que, a pesar de que no son extremadamente innovadores, sí son de lo más apetecibles y, sobre todo, demuestran el cariño que la marca quiere dar a todos sus productos.
Así pues, en el caso de los ‘Chicken Tenders’, el éxito es absoluto. El rebozado de las tiras de pollo, crujientes, pueden presumir de no tener exceso de aceite o grasa, lo que te permite disfrutar de ellas con las salsas que las acompañan (barbacoa y miel mostaza) y sin sensación de pesadez.
Disfrutones también los «Nachos Frankie», en los que el toque de los totopos, hechos por Frankie Burgers hace que la receta gane un «plus» con respecto al de la competencia, con un sabor original y «hecho en casa» que conquistará a todos los amantes de los nachos con guacamole (También casero), chili con carne y crema agria.
Eso sí, la hamburguesa demuestra ser «la niña bonita» de la marca. Y, probándola, queda claro por qué. La receta de la premiada no puede ser más sencilla; al menos, de cara al público: 160 gramos de vacuno, queso cheddar, beicon, y salsa Frankie, presentados en un pan brioche «marca de la casa».
Ingredientes que ofrecen la hamburguesa que muchos estaban esperando: una hamburguesa que «sepa a hamburguesa». Y es que la carne (principalmente procedente de Galicia) tal y como nos han confirmado desde la propia marca, es picada diariamente en el local. Algo que se nota en cada mordisco, con un sabor inconfundible que está muy lejos (por suerte) de las típicas hamburguesas ya preparadas. Un sabor «tradicional» de la carne que se une a un beicon perfectamente tostado, con el queso fundido, sobre un pan que, a pesar de ser estilo brioche, no es especialmente dulce, lo que te permite disfrutar de todos los sabores unidos, pero no confundidos entre ellos. Combinación perfecta que va acompañada de patatas fritas caseras que, al igual de los entrantes, dan sabor, sin grasa o aceite de más.
POSTRES «DE LA ABUELA», CORRECTOS
«Atracón» de sabores caseros en los que no puede faltar el postre. Eso sí, con dos opciones: tarta de queso, o tarta de chocolate, dos clásicos de entre los clásicos que, sin duda, no decepcionan a la hora de seguir ofreciendo sabores «tradicionales» a los comensales.
Tradición es lo que ofrece la tarta de queso, del estilo «sin hacer» que está triunfando entre los principales restaurantes de la capital. Una tarta correcta para todos los amantes del queso, que ofrece un sabor suave, y una capa de galleta que sorprende a las galletas napolitanas con canela que siempre estaban presentes en las meriendas infantiles.
Para los amantes del chocolate, la segunda apuesta dulce de Frankie Burgers sin duda cumplirá con el objetivo, teniendo un sabor muy semejante al que podríamos encontrar en un coulant de chocolate, pero en «formato tarta», con un toque líquido que nos recuerda aún más al conocido postre. Un cierre correcto a una comida que, sin duda, da un «extra» a todos los amantes de las hamburguesas de Madrid: el poder comer, al fin, una hamburguesa «que sabe a hamburguesa» y al sabor de las cosas bien hechas.