Las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas de Ribera del Duero analizan «con temor» la situación del viñedo debido a las heladas de esta campaña y una sequía que se arrastra desde el año pasado, ha informado UCCL a través de un comunicado de prensa.
La organización agraria apunta en concreto a los efectos de las heladas del 17 de mayo y a las que tuvieron lugar la primera semana de abril que han afectado a una zona «muy extensa» que abarca parcelas «muy importantes» de las cuatro provincias que componen la D.O. Ribera del Duero. Según asegura UCCL, en muchas parcelas el daño producido por las heladas supera el 80% con parcelas concretas que han llegado al 100%, una circunstancia que no se daba desde la campaña de 2017.
«Algunos pueblos tienen viñas que difícilmente vegetarán esta campaña con muerte de cepas ya establecidas», ha aseverado la OPA que ha advertido por otro lado que en las que rebroten lo harán sin producción lo que incrementará los costes de mano de obra.
Dicho esto, desde UCCL han defendido que el trabajo de los viticultores garantiza la calidad de la uva pero insisten en que los daños producidos afectan a miles de hectáreas «y, por tanto, habrá una reducción en la cantidad de la cosecha».
UCCL aclara asimismo que según los técnicos consultados no es cierto que se vaya a producir una recuperación con producción del viñedo afectado ya que está «comprometida» por el nivel de estrés de la planta, que, sumado a la sequía que se padece desde la pasada campaña y a la severidad de los propios daños de las heladas, «son todos factores importantes que complicarán su recuperación». «No compartimos las declaraciones que se han hecho desde Asebor, creemos que han sido fruto de la precipitación y la inmediatez», critican desde UCCL.
