En la edición actual de MasterChef ha habido de todo, y así como la audiencia ha estado criticando muchas cosas, tales como los enchufes dentro del programa y que el mismo se ha transformado en un circo, ahora es un colaborador el que ha revelado detalles de cómo fue su estadía en el famoso concurso de cocina. Y es que, por mucho que el programa tenga un coste de producción elevado y que los jueces y presentadores sean de los mejor pagados, lo cierto es que cuando se trata de convivencia humana, son muchas las cosas que pueden pasar.
6Las exigencias físicas del programa, jornadas extenuantes difíciles de soportar
Además de las exigencias típicas a nivel anímico cuando de convivir con un grupo de desconocidos se trata, el hecho de cumplir con las exigencias físicas de la producción tampoco es sencillo.
En este sentido, a Fray Marcos le afectaban especialmente las pruebas en exteriores, puesto que en las mismas era necesario un esfuerzo físico extra tal como lo relató: “Lo más difícil es tener que soportar a veces dolores físicos. Tengo un diagnóstico de tres hernias lumbares. Se me duermen mucho los brazos, creo que en lo físico lo más difícil ha sido entregarme por completo, sobre todo en los exteriores donde nos llevaban a cocinar, tener que levantar peso, agacharme… por dar lo mejor de mí”