Noches del Botánico: El festival más ecléctico de Madrid vuelve a la Complutense

¿Qué tienen en común el grupo de trip hop Placebo, el poeta salsero Rubén Blades, la artista urbana argentina Nicki Nicole, Andrés Calamaro, la cantante de soul Joss Stone y la Niña Pastori?. Pues en la práctica poco más allá del talento, pero además todos son parte del cartel de Noches del Botánico, el festival más ecléctico de una Madrid llena de ofertas musicales este primer verano pospandemia. Esto emociona a su director artístico Julio Martí, quien comenta que es su primer festival armado desde cero tras 2020. 

Es que más allá de un nombre como el de Bob Dylan, que evidentemente acapara titulares, el festival ha sabido transformarse en una cita obligatoria de la capital española. «Somos un festival muy ecléctico, al que no solo los fanáticos, sino que los artistas quieren presentarse», comenta Julio Martí, director artístico y curador del festival que nos recibió en el Jardín Botánico de la Universidad Complutense de Madrid, un pequeño oasis de vegetación y buena temperatura en el siempre inclemente verano madrileño. 

«Hemos tenido grandes experiencias con artistas que son referencia como David Byrne o Tom Jones, que nunca le gusta ningún sitio, que transmiten de boca a boca la experiencia de venir», asegura. Es que la lista de mitos que han tomado esa tarima incluye también a Elvis Costello, miembros de Radiohead o Pink Floyd, o el propio Calamaro rodeados de mucho talento joven que está creciendo o dándose a conocer como el proyecto de Anni B Sweet y Los Estanques o artistas de jazz que esperan ser descubiertos.

LA CURADORIA EMPIEZA EN CASA 

Aunque acepta que no todos los artistas del cartel son músicos que escuche en su casa también acepta, entre risas, que no son demasiados. «Algunos artistas que están o han estado aquí son icónicos no solo internacionalmente sino en mi propia vida. Casos como el de Rubén Blades, que es mi amigo desde hace 30 años o el de Natalia Lafourcade que tengo años queriendo tenerla en la tarima», acepta. 

Pero no es tan fácil. «Hay artistas que salen de última hora, que estás corriendo y se confirman sobre la marcha, pero que uno tiene suerte de tenerlos. Como es el caso de Ana Moura o el de Fito Páez, que ya teníamos un show en la fecha (Arnaldo Antunes y Vitor Araujo en ese caso) cuando se confirmó y por los que los combinamos. Al final al armar ese puzzle uno tiene que buscar como le ofrece algo especial al público», asegura. 

LO ECLÉCTICO Y LO CERCANO DIFERENCIAN A NOCHES DEL BOTÁNICO

En comparación a otros grandes festivales, como el Mad Cool o el Primavera Sound, la estructura de mantener uno o dos artistas por noche permite a Noches del Botánico evitar la gran aglomeración de sus hermanos más grandes, además de realizar pruebas de sonido con tiempo para que los artistas suenen desde el principio como se espera que lo haga «no tiene que pasar media hora con el artista en tarima para que empiece a sonar bien» bromea el director. 

Lo cierto es que es un importante factor diferenciador en una época estival que, solo en Madrid, parece bastante cargada de eventos. Pero para los madrileños es una buena noticia tener un espacio distinto por el que pasa una mezcla de artistas en crecimiento, figuras Mitológicas y talento ecléctico por descubrir. Ayuda además que los precios son bastante menores que cualquiera de los competidores, y qué buena parte de los conciertos que hay en la capital durante los meses de calor. 

De momento están listos para un año más. Bob Dylan empezará las festividades el 7 de junio y desde allí son 50 días de conciertos en el pequeño oasis de la universidad complutense.