Hoy te guiaré a través de una receta tradicional y llena de sabor: la chuleta asada con pimientos del piquillo confitados de Martín Berasategui. Prepárate para deleitar tus sentidos con los aromas irresistibles y los sabores auténticos que te esperan en cada bocado.
Acompáñame en este viaje gastronómico donde descubrirás los secretos de una preparación que ha pasado de generación en generación, brindándote una oportunidad única de experimentar la excelencia culinaria en tu propia cocina. ¡Es hora de ponerse el delantal y sumergirse en esta maravillosa receta que te transportará al corazón de la gastronomía tradicional!
4Paso 2: Coloca una cazuela con un poco de aceite de oliva
Coloca la cazuela a fuego fuerte con una pizca de aceite de oliva hasta que veas que el fondo se calienta y comienza a humear. Luego, posa la chuleta en la cazuela. Permite que la carne se tueste, permitiendo que la superficie y los jugos se vayan caramelizando.
Después de 4 minutos, volteas la chuleta y la rocías nuevamente con su propia grasa, para que se tueste durante otros 4 minutos. Retira la cazuela del fuego y coloca la chuleta en un plato o fuente caliente. Cúbrelo bien con una hoja de papel de aluminio y déjalo reposar durante 20 minutos.
Durante este reposo, los jugos internos se distribuirán por todas las fibras musculares. Gracias al calor externo, los jugos se concentran en el corazón de la pieza, por lo que el reposo garantiza que se distribuyan por todo el músculo.