Así tienes que hacer un chuletón a la brasa, según Martín Berasategui

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Hoy te guiaré a través de una receta tradicional y llena de sabor: la chuleta asada con pimientos del piquillo confitados de Martín Berasategui. Prepárate para deleitar tus sentidos con los aromas irresistibles y los sabores auténticos que te esperan en cada bocado.

Acompáñame en este viaje gastronómico donde descubrirás los secretos de una preparación que ha pasado de generación en generación, brindándote una oportunidad única de experimentar la excelencia culinaria en tu propia cocina. ¡Es hora de ponerse el delantal y sumergirse en esta maravillosa receta que te transportará al corazón de la gastronomía tradicional!

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Prepara los pimientos del piquillo confitados

Así tienes que hacer un chuletón a la brasa, según Martín Berasategui
Así Tienes Que Hacer Un Chuletón A La Brasa, Según Martín Berasategui

Para comenzar a preparar esta deliciosa receta, debes elaborar los pimientos del piquillo confitados. Solo necesitaras seguir estos pasos: 

  1. Al abrir la lata, escurres los pimientos, reservando el jugo para más tarde.
  2. Luego, los colocas en una sartén amplia, asegurándote de que cubran uniformemente el fondo.
  3. Junto a los pimientos, añades los dientes de ajo sin pelar y los cubres con aceite de oliva.
  4. A continuación, los arrimas a fuego suave, permitiendo que surjan pequeños hervores en la superficie. Es importante controlar que la intensidad del fuego sea muy baja.
  5. Los dejas cocinar así durante aproximadamente 1 hora y media, dándoles vueltas constantemente con la ayuda de dos tenedores. Recuerda no pincharlos para que se confiten de manera uniforme.
  6. Durante el proceso, notarás que los pimientos enturbian el aceite y que se van acumulando pequeños rastros de jugo caramelizado en su superficie, mientras el aceite se va aclarando.
  7. Una vez que los pimientos estén confitados, es el momento de retirarlos del fuego.
  8. Los escurres con cuidado, procurando no romperlos, ya que estarán bastante frágiles y delicados.
  9. Luego, los colocas extendidos y escurridos en una bandeja de porcelana que pueda ir al horno, asegurándote de no amontonarlos, como si estuvieras resolviendo un puzzle.
  10. Para finalizar, con la ayuda de una brocha, los pintas con el jugo reservado de la lata y los horneas durante 20 minutos.