En 1982, Remedios Amaya representó a España en Eurovisión con la canción «¿Quién maneja mi barca?», obteniendo cero puntos y el último puesto. Este desastroso resultado marcó un hito en la historia de Eurovisión en España.
RTVE asumió la responsabilidad y lo calificó como un «choque cultural», lo que llevó a la ausencia del flamenco en las propuestas españolas durante años. Sin embargo, en la final de Eurovisión 2023, Blanca Paloma presentó su canción «Eaea», un homenaje a la yaya Carmen. Pero no fue comprendida ni bien recibida.
10Apuesta más fácil y accesible de Chanel
La actuación de Chanel el año pasado se quedó grabada en la memoria de muchos como una apuesta exitosa y accesible. Su éxito sirvió como inspiración para la destacada actuación de Noa Kirel, una de las sorpresas de la noche.
Sin embargo, a pesar de su talento, Noa quedó en tercer lugar detrás de Loreen y Käärijä, y su canción recordaba demasiado al SloMo de Eurovisión 2022. Esta similitud añadió otro motivo para considerar decepcionante la edición de este año.