Después de las terribles actuaciones de los aficionados del Espanyol en su reciente enfrentamiento futbolístico con el FC Barcelona, las responsabilidades judiciales podrían recaer sobre estos ‘hooligans’, que demostraron perder en las gradas todo el sentido deportivo. Una realidad que podría llevar a estos aficionados violentos a ser sancionados con multas que podrían superar los 6.000 euros, según la legislación vigente.
El fútbol es uno de los deportes más populares en España, y como en otros países, los aficionados a veces se dejan llevar por la emoción del momento y terminan invadiendo el terreno de juego con la intención de agredir a los jugadores rivales o a los árbitros. A pesar de que estos actos son condenables y peligrosos, muchos aficionados no son conscientes de las graves consecuencias que pueden enfrentar si son descubiertos. En este artículo, nos enfocaremos en la cuantía de las multas que pueden ser impuestas a los aficionados que saltan al terreno de juego con la intención de agredir a los jugadores en España.
En España, las sanciones por invasión de campo están reguladas por la Ley del Deporte, que establece diferentes niveles de infracciones y sanciones correspondientes. En general, la entrada al campo sin autorización o de manera violenta se considera una infracción muy grave, y puede ser sancionada con multas que oscilan entre los 3.001 y los 60.000 euros.
Además de las multas, los infractores también pueden ser sometidos a otras sanciones, como la prohibición de acceso a los estadios durante un período máximo de cinco años. En casos más graves, como cuando se producen agresiones físicas a los jugadores, las sanciones pueden incluir cargos criminales y penas de prisión.
Un ejemplo reciente de la aplicación de estas sanciones tuvo lugar en 2020, cuando un aficionado del Mallorca invadió el campo durante un partido contra el Zaragoza con la intención de agredir a los jugadores rivales. El aficionado fue detenido por la policía y sancionado con una multa de 6.000 euros, así como con la prohibición de acceso a estadios deportivos por un período de tres años.
Otro caso conocido fue el del aficionado del Barcelona que invadió el terreno de juego durante la final de la Copa del Rey de 2016 contra el Sevilla, con la intención de hacerse una selfie con Lionel Messi. En este caso, el aficionado fue multado con 2.000 euros y prohibido de acceder a estadios deportivos durante seis meses.
Además de las sanciones económicas y las prohibiciones de acceso a los estadios, los infractores también pueden enfrentar otras consecuencias negativas, como la pérdida de reputación y la exclusión de eventos deportivos futuros. Las empresas y marcas patrocinadoras de los equipos de fútbol también pueden retirar su apoyo si se produce un comportamiento violento por parte de los aficionados.
Es importante destacar que las sanciones impuestas a los aficionados que saltan al terreno de juego con la intención de agredir a los jugadores varían en función de la gravedad de la infracción y de la jurisprudencia aplicable en cada caso. Sin embargo, lo que está claro es que estas acciones no son toleradas y que quienes las llevan a cabo deben ser conscientes de las consecuencias legales y económicas que pueden sufrir.
En conclusión, los aficionados de fútbol deben ser conscientes de que las conductas violentas en el campo de juego no solo son peligrosas, sino que también pueden tener consecuencias graves y costosas.