Nuestras mascotas son parte fundamental de nuestra familia. Nos reciben cuando llegamos a casa, nos acompañan en nuestros momentos más altos y nos guían en nuestros momentos más bajos. Por ello, no se puede dudar de que son la mejor compañía. La esperanza de vida de las mascotas suele rondar los 15 años, teniendo en cuenta las más comunes como son los perros y los gatos. Aun así, debemos ser conscientes de que, al igual que las personas, algún día nos dejarán.
Por ello, cuando fallecen, surgen muchas dudas. ¿Qué hago con su cuerpo? ¿Puedo incinerarlo? ¿Qué puedo hacer con las cenizas? ¿Es posible tenerlas conmigo o debo esparcirlas? ¿Qué pasa si quiero enterrarlo? En esos momentos tan duros, es muy difícil pensar más allá del duelo. Por suerte, no estamos solos durante este duelo y existen muchas alternativas empresariales, como AdiosMascota, para que nuestros peludos tengan el final que se merecen.
¿Qué hacer cuando fallece mi mascota?
Aunque puede que el fallecimiento ocurra en una clínica veterinaria (el personal veterinario se ocuparía de realizar los trámites), es cierto que lo más común es que ocurra en el domicilio, junto a su familia. En ese caso, son sus seres queridos los que deben afrontar todas las gestiones.
Comunicarlo a su veterinario
En caso de que el fallecimiento ocurra en el hogar, el veterinario ha de ser informado, no solo por la ayuda inestimable que pueda darnos en un momento tan duro, sino también porque es necesario darlo de baja en el registro correspondiente. Cuando tenemos una mascota, es obligatorio que estén identificados con un chip. Este mismo ha de ser dado de baja tras su fallecimiento. Además, existen ayuntamientos en los aún se mantienen los censos de animales domésticos. En ese caso, también se debería de dar de baja en el mismo.
Servicios funerarios
Existen diferentes servicios funerarios como los crematorios colectivos o, en el caso de querer guardar las cenizas de tu mascota, incineración individual. De esa manera, la propia familia puede decidir qué hacer con las mismas.
Urnas y joyas
Una vez tengamos las cenizas de nuestra mascota, estará con nosotros para siempre. Las mismas pueden ser conservadas en urnas, urnas biodegradables, relicarios e incluso en joyas. Esta última es una alternativa muy común y popular entre los dueños, ya que es una alternativa a tener una urna en nuestra casa y nos permite llevar su recuerdo siempre con nosotros.
¿Puedo enterrar a mi mascota?
Actualmente, la legislación española tiene restricciones sobre el enterramiento de animales de manera no controlada y puede conllevar multa en caso de incumplirse las medidas que proponen. Aun así, en España existen cementerios de animales en los que podemos enterrar a nuestras mascotas, o bien cerciorarnos de las medidas que existen.
Nuestras mascotas son un miembro más de la familia y conocer todos los procedimientos y alternativas que existen tras su fallecimiento es muy importante. No solo es fundamental la vida que tengan con nosotros, sino también el final que compartimos con ellos. Eso sí, decidamos lo que decidamos, seguirán siendo parte de nosotros.