La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas en Cantabria con la detención de cuatro de sus integrantes, tres hombres y una mujer con edades comprendidas entre los 32 y 39 años, y la incautación de más de mil plantas de marihuana con un peso de 97 kilos.
El valor de la droga, vendida al menudeo en el mercado ilícito, podría haber rebasado los 235.000 euros, según ha informado la Policía.
Los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial de Santander tenían conocimiento de que existía esta organización dedicada al tráfico de distintas sustancias estupefacientes, así como al cultivo de marihuana en naves y viviendas radicadas tanto en Santander como en otras localidades de la comunidad autónoma para su posterior distribución a nivel nacional e internacional.
Por ello, establecieron un dispositivo policial de vigilancia y seguimiento y, fruto de las investigaciones, pudieron constatar que los sospechosos pertenecían a una organización con estructura piramidal y roles diferenciados cada uno de sus miembros, quienes cultivaban la sustancia en diferentes localidades para posteriormente distribuirla tanto en España como en otros países centroeuropeos.
El día 19 de abril, los agentes localizaron y detuvieron a los tres principales sospechosos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y de pertenencia a organización criminal.
Ese mismo día, y con la autorización judicial pertinente, efectivos del Grupo de Estupefacientes, auxiliados por el grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de Bilbao, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y la Unidad de Guías Caninos, ambas pertenecientes a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Cantabria, procedieron a la entrada y registro en dos viviendas y una nave ubicados en la zona de Monte, en Santander. Además, los policías contaron con el apoyo de técnicos del Departamento de Toma de Medidas y Fraude de Viesgo.
Los agentes comprobaron que en la nave cercana a las viviendas se albergaba una «muy sofisticada y moderna» instalación interior ‘indoor’ para el cultivo y plantación de marihuana, así como un lugar de secado y almacenamiento con una «considerable» cantidad de plantas con cogollos en su último estadio de floración. La instalación, además, contaba con una conexión fraudulenta a la red eléctrica.
Al día siguiente se localizó y detuvo al cuarto sospechoso, quien contaba con los conocimientos necesarios para llevar a cabo las conexiones ilícitas a la red eléctrica y su mantenimiento.
Los agentes localizaron e incautaron en la nave cercana a las viviendas 1.066 plantas de marihuana con un peso de 97 kilos, así como numeroso instrumental relacionado con el cultivo de la droga (ventiladores extractores, balastros, trituradoras, calefactores, reflectores, humificadores, lámparas halógenas, filtros, secadores, controladores del pH y humedad, etcétera).
En los registros de las viviendas se intervinieron también un kilo y medio de cogollos de marihuana secos preparados para la venta, 200 gramos de hachís, 9 botes de cafeína (sustancia de corte), diversas armas (pistola TASER con cargador, una defensa extensible, dos cachavas con pincho en su interior, una virola con pincho en su interior, una daga, una navaja y un cuchillo), un vehículo y 1.250 euros en efectivo.
Los cuatro detenidos fueron puestos a disposición judicial -todos con antecedentes salvo la mujer- y el juez decretó el ingreso en prisión de dos de ellos.