Cuando uno piensa en el animal más popular de cara a la importante tarea de la polinización de las plantas, se nos viene siempre a la mente la abeja. La polinización es un proceso vital para la reproducción y supervivencia de muchas especies de plantas en el que los insectos se encargan de polinizar las flores de muchas plantas, lo que significa que transfieren el polen de una flor a otra, lo que permite la fertilización y la producción de semillas y frutos.
A pesar de esta creencia común, un reciente estudio ha descubierto que las polillas son polinizadores más eficientes durante la noche que los polinizadores que vuelan de día, como las conocidas abejas. Al analizar la actividad nocturna, se dieron cuenta de que las polillas, a pesar de haber hecho menos visitas durante las noches de verano más cortas, alcanzando el 15% de las visitas, pudieron polinizar las flores más rápidamente que las abejas, las mariposas y otros insectos del día.