Guardianes de la Galaxia es la mejor saga del universo Marvel. Sí, mejor que Thor, Capitán América e incluso las cintas de los Vengadores es desde la cinta de 2014 protagonizada por Chris Pratt, Zoe Saldaña, Dave Bautista, y las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel han contado con un genio demente detrás de la cámara: James Gunn. El director, que antes de saltar a Marvel dirigió la sátira ‘Súper’ y la demencial cinta de terror ‘Criaturas rastreras’ (además de las dos cintas live action de Scooby-Doo), ha dejado un sello autoral único en su trilogía que se despide en su Volumen 3 con una cinta que bien puede ser la mejor entrega de la saga y de todo este universo cinematográfico.
Retomando tras el final de ‘Vengadores: Endgame’ la cinta nos consigue con unos guardianes instalados en su rutina pero con un Peter Quill (Pratt) entregado al alcohol espacial. En ese panorama el grupo debe responder a un ataque del recién llegado Adam Warlock, un Will Poutler que sigue dando argumentos para considerarle una estrella, que los pone en curso de colisión con un brillante Chukwudi Iwuji interpretando al Alto Evolucionador, uno de los villanos históricos de los comics.
Pero como siempre la trama base no es más que una excusa para pasar tiempo con estos personajes. Desde siempre la saga de Gunn ha sido sobre la familia encontrada, la primera cinta es sobre los procesos en que se forman, la segunda sobre esos momentos en que hay que escoger entre la biología y la elección y en esta tercera entrega es sobre como podemos ayudar a los nuestros cuando enfrentan dificultades, incluso aquellas que nos quieren ocultar.
EL UNIVERSO DE CIENCIA FICCIÓN DE LOS GUARDIANES DE LA GALAXIA
Después de dos cintas como ‘Thor: Amor y Trueno’ y ‘Ant-Man y la Avispa: Quantumanía’ que exploraban el lado cósmico del universo Marvel, pero no demostraban grandes ideas (excepto quizás algún truco de cámara de Taika Waititi en la más reciente cinta del dios del trueno), es bueno ver a Gunn soltar su lado más demencial y soltar algunos conceptos bastante extraños, que solo podrían nacer de un universo de comics.
Desde un planeta completo hecho de forma biológica, pasando por una copia de la tierra, hay algunas creaciones de esta cinta que demuestran lo que ha hecho del director una voz creativa tan especial en su tiempo en el mundillo de los superhéroes. Sin preocuparse demasiado por donde tienen que quedar las piezas con las que juega de cara al futuro del resto del universo el autor demuestra de nuevo una creatividad que recuerda a la versión más joven de George Lucas con un par de copas de más.
Es verdad que sobran algunas decisiones: Adam Warlock está algo desconectado del resto de la cinta, parece por momentos que hay un par de conversaciones pendientes entre los Guardianes y hay una estrella que aparece por sorpresa sin demasiada importancia en la historia. Por fortuna los pocos errores son fáciles de perdonar gracias al siempre brillante uso de la música popular del cine de James Gunn, aunque es mejor no contar las sorpresas.
Es un área que siempre ha separado estas cintas del resto del universo Marvel. Los ‘Guardianes de la Galaxia’ parecen estar un poco a la derecha de la gran historia del resto del universo, si los Vengadores son un equipo de futbol profesional, un Real Madrid o un Barcelona los Guardianes son el equipo que tus amigos formaban para la pachanga de la tarde y con esos últimos es posible que sea más divertida la tarde, y en cualquier caso son mejor compañía para tomarse unas cañas en verano.
EL FUTURO DE GUNN LO ALEJA DE MARVEL
Aunque la cinta deja algunas opciones para que los Guardianes vuelvan a la pantalla esto si que parece una despedida para varios de los actores, y para su director. Es que James Gunn fue fichado por DC para rediseñar todo su universo, que arranca con The Flash en las próximas semanas, y para el que dirigirá ‘Superman: Legacy’ (Su Adam Warlock es una buena señal de que tiene algunas ideas interesantes sobre el tema).
Por tanto, es bueno saborear esta cinta: No parece probable que nadie use a estos personajes de forma tan inteligente, y demente, como James Gunn y aunque su futuro se ve interesante es posible que el cine de superhéroes y de ciencia ficción nunca consiga otra combinación tan perfecta entre cineasta y material.