La DGT utiliza varios tipos de radar para controlar tu velocidad al circular por carretera. El objetivo principal es reducir el número de accidentes y prevenir heridos y fallecidos en las carreteras. Sin embargo, es comprensible que el dinero recaudado también sirva para financiar la DGT y así reducir el presupuesto que necesita el Ministerio del Interior, que en última instancia pagamos entre todos.
Vamos a centrarnos en los radares de velocidad y su legalidad. Primero, es importante distinguir entre los radares fijos y los móviles. Los radares fijos, que hay unos 780 en España, deben estar debidamente señalizados para que los conductores conozcan su ubicación. Normalmente, se anuncian mediante un poste informativo o un cartel luminoso. ¿Quieres conocer más sobre el truco que te puede evitar multas? Sigue leyendo.
5Nada les impide ocultar los radares
Los agentes de la autoridad encargados de la regulación y control del tráfico pueden estacionar su vehículo donde consideren necesario para cumplir con las «necesidades del servicio», siempre y cuando no causen un accidente.
Además, basándose en el Artículo 68 del Reglamento General de Circulación, no están obligados a avisar de la presencia de radares móviles, lo que les permite colocarlos en lugares ocultos e indetectables sin incumplir ninguna normativa. Por lo tanto, alegar que no se nos había avisado de la presencia de un radar móvil no será una justificación válida para recurrir una multa de velocidad.