La DGT utiliza varios tipos de radar para controlar tu velocidad al circular por carretera. El objetivo principal es reducir el número de accidentes y prevenir heridos y fallecidos en las carreteras. Sin embargo, es comprensible que el dinero recaudado también sirva para financiar la DGT y así reducir el presupuesto que necesita el Ministerio del Interior, que en última instancia pagamos entre todos.
Vamos a centrarnos en los radares de velocidad y su legalidad. Primero, es importante distinguir entre los radares fijos y los móviles. Los radares fijos, que hay unos 780 en España, deben estar debidamente señalizados para que los conductores conozcan su ubicación. Normalmente, se anuncian mediante un poste informativo o un cartel luminoso. ¿Quieres conocer más sobre el truco que te puede evitar multas? Sigue leyendo.
2Radares móviles y en movimiento
Como conductor es posible que hayas experimentado la incomodidad que generan los radares móviles y camuflados. La DGT no tiene la obligación de avisar sobre su presencia, ya que, al ser móviles, su ubicación varía constantemente.
Aunque a veces la DGT avisa de su presencia en los paneles informativos de las autovías, esto no siempre ocurre y es posible que te encuentres con uno sin previo aviso. Es comprensible que esto genere incertidumbre en los conductores, ya que no saben si están respetando los límites de velocidad o no.