El futbolista del Paris Saint-Germain Sergio Ramos, embajador de UNICEF en España, ha denunciado la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran millones de niños y niñas en materia de inmunización infantil simulando sobre su cuerpo un nuevo tatuaje con el número 67, en referencia a los millones de niños y niñas en todo el mundo que no recibieron sus vacunas rutinarias total o parcialmente entre 2019 y 2021, el mayor retroceso de la inmunización infantil en 30 años.
En el marco de la Semana de la Inmunización, Ramos ha explicado su inquietud como padre. «Una de mis mayores preocupaciones es la protección de mis hijos, cuidar de que crezcan sanos, por eso nos aseguramos de que reciben todas las vacunas esenciales. No puedo ni imaginar el dolor de muchos padres por ver a sus pequeños padecer enfermedades fácilmente prevenibles», indicó el futbolista.
Por ello, invita a sus seguidores a apoyar el trabajo de UNICEF para «cambiar esta grave situación de retroceso y garantizar que todos los niños y niñas del mundo tengan acceso a las vacunas que necesitan para crecer sanos y seguros».
La ONG alerta de que el retroceso mundial en materia de vacunación se debe a la pandemia, que interrumpió la vacunación de los niños y niñas en casi todo el mundo debido a la enorme presión que sufrieron los sistemas de salud, el desvío de los recursos dedicados a la inmunización hacia la vacunación contra la COVID-19, la escasez de personal sanitario y las medidas de confinamiento en el hogar.
UNICEF asegura que la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más eficaces, que brinda a todos los niños la oportunidad de crecer sanos y alcanzar su máximo potencial. Por ello, trabaja para garantizar que todos los niños y niñas, independientemente de dónde se encuentren, tengan acceso a las vacunas que necesitan no sólo para sobrevivir, sino también para prosperar.
Cada año, UNICEF llega a casi la mitad de los niños y niñas del mundo (en torno a 1.000 millones) con vacunas que salvan vidas. En más de 100 países, trabaja para adquirir y distribuir vacunas, mantener esos suministros a salvo, y garantizar el acceso incluso de las familias más difíciles de alcanzar.