La Gran Muralla China no es una línea continua ni ha sido construida del tirón. Se trata de una barrera defensiva, conjunto de varios trozos de muro que se levantaron en distintas épocas, desde el siglo III a.C hasta el siglo XVIII. Sin embargo, se le atribuye a la Dinastía Ming la construcción de la muralla durante los siglos XV y XVI. Una de las mayores preocupaciones de los emperadores chinos fue la defensa y, por tanto, la fortificación de la frontera frente a los pueblos nómadas del norte de China. Se cree que la Dinastía Qing fue la que encargó la construcción de una parte de la futura Gran Muralla China en el año 221 a.C.
Lo que sí sabemos es que fue la Dinastía Ming la última en construir o reconstruir la Muralla China. Se tardaron 200 años en terminarla. Por tanto, la construcción de la muralla tal y como la conocemos hoy en día se le debe a Qin Shi Huangdi, como método de defensa contra los ataques y las invasiones de los pueblos nómadas de las estepas del norte.