Tipos de mallas metálicas: ¿cuál elegir?

Las mallas metálicas son elementos indispensables a la hora de realizar cerramientos y vallados en determinadas áreas de una vivienda, una finca o una empresa. Para cada proyecto, es posible encontrar en el mercado múltiples tipos de mallas metálicas que pueden adaptarse a diferentes contextos. 

A la hora de comprar mallas metálicas es fundamental tomar en cuenta algunos aspectos de gran relevancia como conocer los diferentes tipos de mallas disponibles en el mercado. Por ejemplo, familiarizarse con las principales características de las mallas de simple torsión permite al comprador identificar su aplicación práctica y garantizar la calidad y utilidad de sus inversiones. 

En este sentido, el mencionado modelo de malla se considera ideal para realizar cerramientos de fincas residenciales, industriales o espacios deportivos. A través de internet también es posible adquirir mallas de triple torsión, de simple torsión con alambre antirrobo, mallas ganaderas y paneles rígidos, entre otros tipos. 

¿Qué es una malla metálica?

Básicamente, una malla metálica es una red de alambre que puede clasificarse en diferentes tipos dependiendo de su grosor, rigidez, resistencia y diseño. En general, los alambres que conforman la malla se recubren con diferentes materiales con el objetivo de protegerlos contra la corrosión y de los factores ambientales. 

Como se destacó al inicio, las mallas metálicas son soluciones indispensables a la hora de llevar a cabo cercados, cerramientos o vallados de diversos tipos y magnitudes. Por ejemplo, el cercado de una granja o el cerramiento de una plaza son algunas de las aplicaciones más comunes de las mallas metálicas.

¿Para qué se usan las mallas metálicas?

Los usos y las aplicaciones de las mallas metálicas pueden extenderse a múltiples industrias y sectores de la economía. Las telas metálicas pueden encontrarse en escuelas, parques, zoológicos, piscinas públicas o en cualquier otro espacio que requiera de un flexible y versátil cerramiento. 

Su instalación es un método para dividir y separar determinados espacios por motivos de seguridad, protección y resguardo de individuos, animales o cosas. En las granjas, las mallas metálicas no solo se utilizan para evitar la intrusión de personas no deseadas, sino que, además, estos alambrados son perfectos para mantener a los animales encerrados. 

En otros ámbitos, el uso de mallas metálicas es ideal como acero de refuerzo en proyectos de construcción de estructuras hidráulicas, muros de contención, refuerzo de losas, entre otros. 

Tipos de mallas metálicas y uso de cada una

A continuación, se mencionan algunos de los principales tipos de mallas metálicas que podemos encontrar en el mercado. De esta manera, es posible conocer un poco mejor sus diferencias más importantes y el uso que se le puede dar a cada una de ellas.

Mallas de simple torsión

Uno de los tipos de mallas más comunes y utilizados en España son las mallas de simple torsión. Su gran popularidad radica en su capacidad para adaptarse a diferentes proyectos de cercados y cerramientos

Entre los principales aspectos que caracterizan a este tipo de malla se encuentra su fabricación en acero galvanizado, así como su diseño romboidal. Asimismo, es uno de los tipos de mallas metálicas más demandadas del mercado debido a su excelente relación precio-calidad. 

Es una opción económica, de gran resistencia y puede ser empleada de diversas maneras gracias a su flexibilidad. De hecho, casi cualquier persona, si es un poco manitas, tiene la posibilidad de llevar a cabo el montaje de la malla de simple torsión por cuenta propia. 

Mallas de triple torsión

Otro de los tipos de mallas metálicas más comunes son las mallas de triple torsión, también conocidas como tela gallinera. Es un material que normalmente se utiliza para encerrar animales pequeños, ya que el tamaño reducido de su tejido impide que los animales entren o salgan del cerramiento. 

La principal característica de este tipo de malla es su diseño hexagonal elaborado con alambre de acero galvanizado. Es importante señalar que la tela gallinera tiene una gran flexibilidad debido a su tejido que une dos alambres para formar tres torsiones entrelazadas en un sentido inverso. 

Aunado a ello, se debe destacar que las mallas de triple torsión son trenzadas sin utilizar nudos de fijación. De esta manera, se evitan riesgos de cortaduras o lesiones a personas o animales. 

Mallas electrosoldadas

Entre los tipos de mallas metálicas más importantes se encuentran las mallas electrosoldadas, las cuales se fabrican con alambres longitudinales y transversales. Estos alambres se entrecruzan de forma perpendicular y, como su nombre lo indica, se encuentran unidos por soldaduras eléctricas. 

En el mercado es posible encontrar mallas electrosoldadas que se fabrican con acero inoxidable, o mallas de acero normal que posteriormente se galvanizan para elevar su resistencia a la oxidación y corrosión.  

A pesar de su gran resistencia, este tipo de tela metálica tiende a ser muy ligera, facilitando su manipulación o modificación para lograr la forma deseada. Aunque la malla electrosoldada es ideal para crear jaulas destinadas a animales pequeños, también suelen utilizarse en el sector de la construcción.

Su flexibilidad y resistencia convierten a este tipo de tela metálica en el refuerzo de acero predilecto para la construcción de muros de contención, pavimentos, piscinas, canales de agua, etc. En cuanto a su precio, todo depende del grosor del alambre, de sus medidas y del tipo de material con que se fabriquen las mallas electrosoldadas.

Mallas ganaderas

Como su nombre lo indica, la malla ganadera se fabrica miras a la industria agrícola y ganadera. También conocida como malla cinegética, este tipo de tela metálica se elabora con alambre galvanizado reforzado y en muchas ocasiones, se utiliza para el cerramiento de reservas de caza. 

Una de las principales características de la malla ganadera es su resistente diseño que tiene la capacidad de soportar impactos de animales sin sufrir deformaciones. A su vez, esta tela de metal se identifica rápidamente por el gran tamaño de sus huecos cuadriculados que permiten el paso de pequeños animales como conejos. 

De igual manera, es una opción económica que evita la entrada de grandes depredadores, garantizando la protección de ganado vacuno, bovino, porcino y caprino. Por otra parte, es importante señalar que su asequible precio hace de las mallas ganaderas una solución ideal para el cercado de grandes extensiones de tierra.

Paneles rígidos

Finalmente, entre los principales tipos de mallas metálicas se encuentran los paneles rígidos, los cuales se caracterizan por su gran rigidez, así como por su destacable resistencia. Al igual que otros modelos, este tipo de mallas utilizan alambre galvanizado, que suele estar plastificado en tonalidades de verde o blanco. 

La gran solidez de los paneles rígidos los diferencia de otros modelos y convierten a esta malla metálica en la opción que ofrece el mayor nivel de durabilidad y protección. 

Entre las aplicaciones más comunes de los paneles rígidos se encuentran los cerramientos de centros educativos, de zonas residenciales, de jardines, de centros comerciales, etc. Como resultado de ello, su aspecto estético también es mucho más atractivo que el de otros tipos de mallas.

Como se puede ver, existen múltiples tipos de mallas metálicas disponibles en el mercado que pueden utilizarse con diversos propósitos y en un gran número de contextos. Por este motivo, es fundamental analizar sus principales características para determinar cuál es la opción que mejor se adapta a un determinado proyecto.