Existen organismos capaces de producir toxinas dentro de las aves. Entre ellos, las bacterias, protozoos, algas, plantas, hongos y animales. Estos últimos, tienen veneno en la mayoría de grupos como medusas, moluscos, arácnidos e insectos. En el caso de las aves, si bien ningúna puede producir su propio veneno, sí existen especies capaces de obtener el veneno de sus presas y migrarlo a sus plumas. El primer caso descubierto fue el de Pitohui dichrous, un ave oriolídea nativa de Nueva Guinea. Aunque hoy se sabe que existen tres familias más de aves que contienen especies que presentan esta particularidad.