Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra libido hace referencia al deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica.
Esta definición alude muy probablemente a Sigmund Freud, quien acuñó este término en el siglo XIX. Se empezó a emplear como tecnicismo en medicina y psicología, para pasar después a generalizarse en el lenguaje corriente. Sin embargo, en un primer momento, la palabra libido no tenía nada que ver con el sexo: en origen era un vocablo latino que significa «deseo desmesurado». Se aplicaba por ejemplo a la conducta de los emperadores romanos, muy propensos a cometer excesos de todo tipo. Hoy día, al final, la palabra libido es prácticamente equivalente a deseo sexual.