Cada uno tiene su forma de teclear y mover el ratón del ordenador. El estado anímico que tengamos también influye, tanto es así, que un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich ha llegado a la conclusión de que nuestra forma de escribir y mover el ratón puede predecir con más precisión que el ritmo cardíaco cuál es nuestro nivel de estrés. De este modo, se ha creado un modelo con aprendizaje automático que dice el nivel de estrés que tenemos en función de cómo tecleamos y movemos el ratón.