La luna de la Tierra podría no estar sola. Tras más de medio siglo de especulación y controversia, un equipo de astrónomos y físicos húngaros afirma haber confirmado por fin la existencia de dos «lunas» que orbitan alrededor de la Tierra y que están compuestas totalmente de polvo. Misteriosas nubes acechan a solo 402.000 kilómetros, casi la misma distancia que la de la luna. Las nubes de Kordylewski, llamadas así por su descubridor, son dos de los objetos más difíciles de encontrar y, aunque están tan cerca de la Tierra como la luna, los investigadores acostumbran a pasarlas por alto en astronomía. Las propias nubes son enormes, pero se estima que las partículas individuales que las forman miden solo un micrómetro de diámetro.