Levantarse temprano por las mañanas no suele ser un plato de buen gusto para nadie. Pero, aunque nos cueste aceptarlo cuando suena el despertador, la realidad es que madrugar tiene ventajas y beneficios. No garantiza que vayamos a tener un día maravilloso, pero por lo general nos predispone a afrontar la jornada de forma más positiva que si comenzamos nuestras tareas a media mañana. Madrugar se asocia a una mayor productividad y aún mayor bienestar mental, un menor estrés y una mejor organización de todas nuestras responsabilidades y obligaciones cotidianas.
6NO DORMIR DE MÁS EL FIN DE SEMANA
Los expertos advierten que hacer una maratón de dormir el sábado y el domingo suele alterar nuestros ritmos circadianos y esto puede afectar al resto de la semana. Además, si empezamos el lunes con mucho sueño porque nos ha costado dormirnos, será más fácil que vayamos arrastrando cansancio el resto de los días. Por consiguiente, madrugar será un suplicio aún peor. Lo aconsejable es levantarse a una hora similar al resto de los días y evitar las siestas largas.