Levantarse temprano por las mañanas no suele ser un plato de buen gusto para nadie. Pero, aunque nos cueste aceptarlo cuando suena el despertador, la realidad es que madrugar tiene ventajas y beneficios. No garantiza que vayamos a tener un día maravilloso, pero por lo general nos predispone a afrontar la jornada de forma más positiva que si comenzamos nuestras tareas a media mañana. Madrugar se asocia a una mayor productividad y aún mayor bienestar mental, un menor estrés y una mejor organización de todas nuestras responsabilidades y obligaciones cotidianas.
4DEJAR LA ROPA LISTA
Cuanto menos esfuerzo mental tengamos que hacer en esos primeros minutos del día, mejor. Así pues, una buena forma de hacer el momento más fácil y llevadero es dejar la ropa lista, para no tener que tomar decisiones cuando aún estamos medio soñolientos. Podemos hacer lo mismo con el resto de cosas que necesitemos, incluso con el desayuno.