Levantarse temprano por las mañanas no suele ser un plato de buen gusto para nadie. Pero, aunque nos cueste aceptarlo cuando suena el despertador, la realidad es que madrugar tiene ventajas y beneficios. No garantiza que vayamos a tener un día maravilloso, pero por lo general nos predispone a afrontar la jornada de forma más positiva que si comenzamos nuestras tareas a media mañana. Madrugar se asocia a una mayor productividad y aún mayor bienestar mental, un menor estrés y una mejor organización de todas nuestras responsabilidades y obligaciones cotidianas.
10MENTALIZARSE Y REPARTIR TAREAS
La actitud es fundamental cuando suena el despertador. En ese momento, en vez de lamentarse, hay que pensar en todas las oportunidades que nos ofrece el día, y en como queremos aprovechar el tiempo. Igualmente, las personas a las que les cuesta arrancar por la mañana, deben evitar sobrecargarse de tareas durante las primeras horas. Se puede comenzar por lo más sencillo, para ir afrontando lo más complejo a media mañana cuando los niveles de energía estén al máximo.