Hace 66 millones de años, un meteorito de al menos 10 kilómetros de diámetro golpeó la Tierra provocando la extinción de los dinosaurios. El impacto de Chicxulub, que es como se llamaba el meteorito, acabó con todo rastro de vida en miles de kilómetros a la redonda, provocó tsunamis de cientos de metros de altura, y el polvo que levantó hacia la atmósfera ocultó la luz del Sol durante meses.
La cantidad de energía liberada en este megaterremoto se estima en 10 elevado a 23 julios, que es unas 50.000 veces más energía que la liberada en el terremoto de magnitud 9,1 que azotó Sumatra en el año 2004.