El pelo podría tener su origen en algún ancestro común que compartimos con los reptiles y las aves. Comparando el genoma del ser humano con el del pollo y el del primer lagarto verde secuenciado, los investigadores han demostrado que todos ellos cuentan con el material genético necesario para formar pelo.
En concreto, estos tres animales son capaces de sintetizar las proteínas que componen mayoritariamente el cabello y que se conocen como queratinas duras o alfa-queratinas. Los mamíferos son los únicos que han desarrollado la capacidad de usar las queratinas para cubrir su cuerpo con pelo y mantenerlo a una temperatura más o menos constante. Sin embargo, los reptiles y las aves podrían haber utilizado estas mismas proteínas para dar forma a sus garras y uñas.