Un estudio sobre la salud muestra que la contaminación acústica del tráfico multiplica los casos de hipertensión al margen del efecto de las emisiones. Un equipo liderado por Jing Huang, profesor de la Universidad de Pekín (China), acaba de publicar un trabajo en la revista JACC: Advances en el que se refuerza la relación entre el ruido del tráfico y la hipertensión. Los investigadores recogieron información del Biobanco del Reino Unido de más de 240.000 personas de entre 40 y 69 años que no tenían hipertensión.
Las siguieron durante una media de ocho años, estimando el ruido al que se vi eron expuestas a partir de la dirección en la que vivían, y registraron cuántas desarrollaron la dolencia. Fueron más de 21.000 y los datos muestran que el riesgo de una excesiva presión sanguínea está relacionado con la dosis de ruido a la que se vieron expuestas.
Además, fueron capaces de separar el efecto del ruido del de la contaminación, pero vieron que el daño se agrava cuando ambos se combinan.