La primera vez que alguien intentó explicar la funcionalidad del beso fue Sigmund Freud quien especuló que se trataba de un regresó a la época de amamantamiento.
Más tarde, el zoólogo Desmond Morris apuntó que la costumbre de besar podía ser fruto de la evolución de la práctica por la cual las madres primates masticaban la comida de sus hijos antes de dársela boca a boca con los labios fruncidos como es el caso de los chimpancés.
Otros expertos en la materia han propuesto que besar puede haber evolucionado del husmeo habitual entre los animales.