Inmersos en los preparativos de su boda, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han añadido una nueva fecha clave a su calendario de compromisos. Y es que como manda la tradición, la pareja del momento celebrará el próximo 22 de abril su fiesta de compromiso con sus respectivas familias en la mansión que Isabel Preysler posee en la madrileña urbanización de Puerta de Hierro.
Un evento adelantado en exclusiva por el portal ‘Vanitatis’ que ahora el empresario ha confirmado que están «muy felices» ante la perspectiva de celebrar su pedida de mano rodeados de sus seres queridos.
Históricamente, este acto servía como la petición oficial de matrimonio por parte del novio a la novia en presencia de su padre, y que este diese su bendición a la unión. Ahora, se ha convertido en una ocasión única para que las familias de ambos se reúnan, se conozcan más y brinden por el amor y la felicidad de los futuros marido y mujer.
Y eso es lo que precisamente van a hacer Tamara e Íñigo el próximo sábado 22 de abril. Ese día, la casa de Isabel Preysler estará decorada con miles de flores para la ocasión, y las familias de ambos compartirán mesa y mantel en una cena que la marquesa de Griñón estaría preparando al detalle.
Una fiesta a la que se espera que asistan, por parte del novio, su madre Carolina Molas, su abuela y sus hermanos Alejandra y Jaime Onieva. Se desconoce si su padre, que reside en México por motivos profesionales, podrá estar presente en uno de los días más especiales en la vida de su primogénito.
En cuanto a la extensa familia de Tamara, además de la de Isabel Preysler parece segura la presencia de Ana Boyer acompañada por Fernando Verdasco, y de sus hermanos por parte de padre Xandra y Manolo Falcó, una especie de figura paterna para la socialité que ejercerá de padrino en su enlace.
Invitados que serán testigos de excepción del tradicional intercambio de regalos de los novios; se desconoce si seguirán la ‘norma no escrita’, pero todo apunta a que la marquesa obsequiará a su prometido con un reloj de alta gama, mientras Íñigo intentará sorprender a Tamara con alguna joya a su altura -pendientes o anillo- que luego podrá lucir el día de su boda.
Una fiesta de compromiso que la pareja está preparando con muchísima ilusión y sobre la que el ingeniero prefiere no adelantar ningún detalle, limitándose a confirmar que se celebrará el día 22 y que están «muy felices» ante la perspectiva de que sus familias estrechen lazos antes del próximo 8 de julio, cuando se convertirán en marido y mujer.