Ofertas de empleo, poco salario, esclavitud, son palabras que no deberían ir juntas. Y es que las redes sociales dan para todo, actualmente es muy fácil dar a conocer cualquier hecho que ocurra en nuestras vidas o a nuestro alrededor y en pocas horas se puede hacer viral. Fue esto lo que pasó recientemente con el intercambio de mensajes entre un camarero y el dueño aparentemente de un bar sobre una posible contratación.
Este intercambio de mensajes reflejan una realidad paralela que siempre ha estado allí y que muchos prefieren no voltear para no mirarla, mucho aumento de salario, muchos beneficios para los trabajadores, para las clases menos favorecidas, pero el problema de raíz sigue estando allí, sobre todo en sectores laborales como el de la hostelería.
Llego la primavera, el calor, el buen tiempo, viene el verano, las terrazas se llenan, la gente sale de vacaciones y todos los bares y restaurantes empiezan a ver de nuevo el sol y el dinero circulando, pero necesitan mano de obra, una mano de obra que no están dispuestos a pagar, incluso con una ley de por medio.
Y esta historia se repite en muchos sectores, servicio a domicilio, cuidado de niños, construcción, limpieza, sectores donde efectivamente hay gente dispuesta a trabajar porque lo necesitan y los empresarios aunque suene muy fuerte, se aprovechan de esta necesidad para ahorrarse un dinero.
El intercambio de mensajes que se hizo viral
Los camareros no queremos trabajar. pic.twitter.com/vtoZnwb5Lc
— Soy Camarero (@soycamarero) March 23, 2023
Para nadie es un secreto que el trabajo de la hostelería es uno de los más exigentes en cuanto a esfuerzo físico se refiere, horarios que nunca terminan y que se prolongan cada vez más en época de verano, esfuerzo físico brutal y lo peor, sueldos muy por debajo de lo que dicta la ley.
No es la primera vez que se cuelan historias como la que vivió este camarero en las redes sociales, y seguirá pasando si los trabajadores del sector no empiezan a defender sus derechos, pero hay quienes sencillamente no pueden darse el lujo de defenderse porque tienen un alquiler que pagar y una familia que alimentar, situación que los hosteleros aprovechan.
También ocurre lo que mencionaba un usuario en las redes sociales, “lo triste es que si no lo acepta esta persona, habrá alguien que no tenga más remedio que aceptarlo por necesidad. De eso se aprovechan estos sinvergüenzas. Debería haber más inspecciones de trabajo y más denuncias a estos personajes”.
Las palabras claves para resolver el problema pareces apuntar a las inspecciones y a las denuncias, y ambas soluciones parecen que son difíciles de implementar.
Con relación al tema de las inspecciones de trabajo, se sabe que se han aprobado nuevos objetivos para este año 2023, se estarían contemplando aspectos como; la discriminación por razón de género, a igualdad salarial, los protocolos de prevención del acaso, el tiempo de trabajo, el registro de jornada e incluso el tema de la subcontratación de empresas de servicios para el delivery, la pregunta que surge es, ¿realmente se realizan estas inspecciones?
¿La realidad con relación a la oferta de trabajo? Sí, hay un incremento en la oferta laboral en varios sectores de la economía, en el sector de la hostelería que apenas empieza ya se pueden ver los carteles en las puertas de los negocios o los anuncios en los principales de empleo, pero ofrecen realmente las condiciones que exige la ley, muchos no, pero otros muchos sí que lo hacen, queda de parte del trabajador hacer valer sus derechos.
El último incremento salarial de Sánchez
El salario minino interprofesional publicado en el BOE con fecha 14 de febrero de 2023, queda establecido en 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas, lo que equivale a 15.120 euros brutos anuales, estamos hablamos de 36 euros por día, este salario se refiere a la jornada legal de trabajo, sin incluir el salario proporcional de los domingos y festivos.
Ahora bien, este incremento se ha establecido para el salario mínimo, por lo que el resto de los trabajadores esperan un pronunciamiento con respecto a sus sueldos, por lo pronto este incremento solo afecta a aquellas personas que perciben un salario menor que el establecido en la ley, es decir, los que cobraban menos de los 15.120 euros anuales y tienen contrato de trabajo a jornada completa.
Es decir, el incremento salarial anunciado por Sánchez solo beneficia a los trabajadores que se encuentran en una relación de trabajo que no está regida por un convenio colectivo, ¿la mala noticia? Pues estos 1.080 euros aprobados no es lo que realmente percibe el trabajador a fin de mes, porque hay que recordar que a este monto se le debe descontar el pago de los impuestos y la seguridad social.
Una realidad que los trabajadores deben compaginar con la inflación, el incremento de precios de los alimentos, el incremento en la factura de la electricidad, del alquiler y es que al final es una historia que nunca termina.