Los snacks o aperitivos salados son un bocado tentador que encanta a niños y adultos. Gusanitos, ruedas, bolitas, nachos, ganchillos, fritos, estrellas, conos… los hay de un montón de formas y sabores. Están sabrosos y crujientes y tienen la característica de que una vez que empiezas cuesta mucho parar. Sin embargo, conviene controlarse porque no se trata de alimentos precisamente sanos, más bien todo lo contrario. Pero, ¿cuáles son los mejores y los peores del supermercado?
4HASTA 600 CALORÍAS POR BOLSA
¿Por qué son tan poco saludables? Todos estos snacks contienen grandes cantidades de sal, una media de 3,8%, y también muchas grasas saturadas, concretamente un 24% de media. Asimismo, llevan un largo liado de saborizantes, colorantes y aditivos como el E621 (el glutamanto), que se desaconsejan porque en personas sensibles pueden provocar intolerancia. Están fabricados con hidratos de carbono tan procesados que ya no contienen los nutrientes originales. Únicamente aportan sabor y muchas calorías, de media unas 460 kcal por cada 100 gr. Algunos incluso llegan a las 600 kcal por paquete, lo que supone el 30% de las calorías diarias recomendadas. Y todos sabemos lo fácil que es acabarse un paquete de snacks…
