El bizcocho es uno de los dulces más básicos de la repostería que se prepara con tres ingredientes principales que son harina, azúcar y huevos. La elaboración es muy sencilla, aunque podemos ir aumentando el nivel de complejidad y sofisticación a medida que dominamos la receta base. Pero es cierto que, a pesar de su sencillez, no siempre queda como quisiéramos: no sube y se queda crudo por dentro, se rompe por la superficie, se quema o no queda lo suficientemente esponjoso.
6¿POR QUÉ SE QUEMA LA SUPERFICIE?
Cuando el bizcocho comienza a tostarse en exceso por fuera, pero por dentro todavía está crudo, puede ocurrir por dos causas: que la parte de arriba del horno, o el horno entero, tuviese demasiado calor. Si esto ocurre, un truco para solucionarlo es colocar un papel de aluminio en parte de arriba para que no se siga tostando y dejar que se cocine el interior durante el tiempo que corresponda. Si ha llegado a quemarse la superficie, en el momento de desmoldar, retiramos esa parte y disfrutamos el bizcocho como si no hubiera pasado nada.