Si hay un pilar básico en todo sistema social es la educación. Pero por defecto, muchas personas piensan que es algo inherente al estado, es decir, que tus hijos deben de ser educados en el sistema, ya sea público o privado. Pero en muchos países, incluido España, es legal el llamado ‘homeschooling’ o educar y enseñar a tus hijos en casa.
Está demostrado que los primeros años del niño marcarán el resto de su vida moral, social e intelectualmente. Sus capacidades y personalidad, los dos raíles que dirigirán su periplo, se desarrollan mayoritariamente en este periodo. Para la mayoría, con sus aciertos y defectos, les parece que el sistema educativo cumple su función. Pero, sobre todo en los últimos años, debido a la injerencia ideológica, hay cada vez más padres que optan por tomar los mandos de la educación de sus vástagos.
EL ‘HOMESCHOOLING’ EN ESPAÑA
Pero, aunque creciendo, en España sigue siendo testimonial. Hablamos de entre 2.000 y 4.000 familias, según European Network of Home Education. Y sí, es legal, aunque obligatoria, como es cualquier educación, sea en casa o en la escuela, entre los 6 y los 16 años. Por tanto está permitido, en tanto en cuanto además los padres, aunque no quieran que sus hijos los eduque le escuela pública o privada, sí tienen la obligación de que en ese intervalo de tiempo reciban la educación que marca el estado.
La confusión para muchos vendría con la educación y la escolarización. La primera es obligatoria, pero la segunda, opcional. Hay otros países donde lo tienen más claro, donde triunfa mucho más el concepto de ‘homeschooling’, como es el caso de todos los países anglosajones, Francia o nuestra vecina Portugal.
De todas formas, incluso en en la Constitución no consta la obligatoriedad de la escolaridad, aunque sí en la Ley orgánica educativa. Por eso los homeschoolers saben que les basta con demostrar que la educación que les dan a sus hijos es suficiente y adecuada, similar al del sistema educativo. De hecho, obviamente estos padres defienden que salen mucho mejor educados.
Otra cuestión es que no interactúan con otros niños y niñas, chicos y chicas de su edad, se pierde la sociabilidad, con sus ventajas pero también con sus cada vez más inconvenientes que saltan a los medios de comunicación: violencia contra alumnos o profesores, acoso en aulas o en redes sociales, abusos…
A AÑOS LUZ DE OTROS PAÍSES
España está muy lejos de países como Estados Unidos, donde dos millones de niños se forman en el hogar al margen del sistema habitual, o en otros como Reino Unido, Francia y Canadá. Mientras que en estos países está perfectamente regulado, en España hay, como decíamos, una laguna legal que sin embargo no prohíbe esta opción. Lo que más sorprende son algunos de los países donde es ilegal, muy abiertos en casi todos los temas, como Suecia, Países Bajos o Alemania.
En nuestro país el único requisito es realizar periódicamente una evaluación en algún centro perteneciente a la red educativa española. No obstante, desde la ALE o Asociación por la Libre Educación, pretenden conseguir que esta decisión tenga la misma legalidad que en los estados mencionados de más arraigo. De todas formas, la misma Constitución Española es clara al respecto y reconoce en su artículo 27 la libertad de enseñanza. Un debate más que está en la calle, en un país como España donde el porcentaje de fracaso escolar duplica al de la media europea.
UNA OPCIÓN CADA VEZ MÁS FÁCIL DE IMPLEMENTAR
Al margen de las creencias en la idoneidad de educar a los hijos en casa o no, lo cierto es que los cambios sociales, sobre todo a raíz de la pandemia, han acelerado también en la educación un cambio de paradigma, como ha ocurrido con el teletrabajo. Y precisamente está muy relacionado, ya que el ‘homeschooling’ la mayoría lo relacionará con que los padres, o al menos uno de ellos, no tengan que trabajar, lo hagan desde casa o tengan mucho tiempo libre disponible para la educación. Cada vez abundan más estos casos.
Con ello, hace posible que hacerse cargo de la educación de los propios hijos sea posible y exitosa. Y por último, agregar la respuesta a otra pregunta obvia: ¿se necesita una formación específica para educar a tus hijos? Una vez más hay laguna legal, aunque realmente no se necesita ninguna acreditación especial. Es cierto que hay países donde exigen una acreditación pedagógica, e incluso poseer una titulación universitaria.