El Bono Social Térmico recibido por representantes de alto nivel político de la Comunidad de Madrid, como Enrique Escudero o Mónica García, ha sembrado la polémica dentro de la política regional madrileña, así como a nivel nacional, hasta el punto de llegar a «eclipsar» la moción de censura de Ramón Tamames. Un Bono Social que se convertía en polémica debido a su concesión a rentas altas. Algo que parece contrastar con otro de los bonos aprobados por el Gobierno, el Bono Cultural, que no ha llegado de manera efectiva a los jóvenes españoles.
España está atravesando momentos especialmente complicados, a nivel social y económico. Una situación ante la que el Gobierno dirigido por Pedro Sánchez no ha dudado en «tirar» de las arcas públicas de la nación para crear diversos bonos sociales, destinados a aliviar los bolsillos de los hogares españoles más vulnerables.
Bonos que, sin embargo, parece que no están consiguiendo su verdadero objetivo de cara a la ciudadanía española. Es el caso del bono social térmico, diseñado por el Ejecutivo para ayudar a los ciudadanos a pagar la factura de la calefacción pero que, sin embargo, parece haber acabado en los «bolsillos» de algunos que realmente no parecen necesitarlo. Es el caso del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, o la actual líder de Más Madrid, Mónica García, ambos beneficiarios de una ayuda que, según sus ingresos, no parecen necesitar.
Sin embargo, mientras el Bono Social Término parece haber llegado indiscriminadamente a gente que lo necesita, y gente que no tanto, otros bonos sociales diseñados por el Ejecutivo nacional parecen no haber conseguido ver la luz de manera efectiva. Es el caso del Bono Cultural, que ha llamado incluso la atención del Defensor del pueblo por su ineficacia.
EL BONO CULTURAL NO LLEGA A LOS «VOTANTES» MÁS JÓVENES
Polémica fue la creación del Bono Cultural Joven por parte del Gobierno nacional. Y es que muchos dentro de la opinión pública, así como entre los partidos de la oposición, llegaron a asegurar que esta medida estaba destinada a seducir a los más jóvenes, de 18 años, de cara a las próximas elecciones. Un propósito que, sin embargo, parece haber caído en saco roto.
Y es que, tal y como lamentaba Ángel Gabilondo, en su papel como Defensor del Pueblo, apenas cuatro de cada diez jóvenes ha recibido este Bono Cultural, habiéndose presentado apenas 280.000 solicitudes para estos 400 euros ofrecidos desde el Gobierno.
«Es un alcance más limitado del esperado» reconocía el Defensor del pueblo, que no dudaba en señalar las posibles causas de esta caída de la subvención estatal. «Las causas de este limitado alcance pueden encontrarse en la desinformación sobre la solicitud y no es descartable también la alta incidencia de dificultades iniciales en su tramitación telemática. Se trata de aspectos en cuya mejora se puede incidir» destacaba Gabilondo.
Una situación que también confirman jóvenes que han percibido esta ayuda a Qué!, destacando la obtención del Bono Cultural «era imposible». «Nadie lo conseguía» destacan los jóvenes en conversaciones con este diario, que aseguran que muchos de sus amigos y conocidos acabaron desistiendo por los muchos procedimientos administrativos que se tenían que llevar a cabo para conseguir este Bono del Estado.
Complicaciones que intentaba solventar el ministro de Cultura, Miquel Iceta, a través de la tramitación del Bono Cultural desde las diversas sedes de Correos. Una solución que no fue suficiente en el caso del Bono Cultural, y que parece que no ha sido suficiente para que se vuelva a comprobar, por parte de la opinión pública española, que los procedimientos del Gobierno nacional para gestionar las ayudas en muchos casos, también en el caso del Bono Social Término, no están adaptados, ni a las necesidades de los contribuyentes, ni a los canales disponibles para su obtención.