La tarta de queso es uno de esos postres capaces de conquistar a cualquiera. Además, tiene la peculiaridad de que es diferente en cada casa, por lo que siempre es una aventura tomar tarta de queso en lugares distintos. Tenemos la idea de que es una receta muy elaborada, con cierto nivel de complejidad, y en realidad no es así. Lo que si es cierto es que requiere dedicarle un rato, ya que hay que hacer dos partes: la base, y la tarta de queso propiamente dicha. Por lo demás, siguiendo las proporciones y las indicaciones de la receta, es una de esas tartas que siempre quedan bien y con las que podemos impresionar a nuestra familia o invitado. ¿Te animas?
5PREPARACIÓN DEL RELLENO
Ahora toca ponerse con el relleno de nuestra tarta de queso. Mezclamos la azúcar y los huevos con una batidora o un robot de cocina. Batimos fuerte durante 30 segundos y agregamos el queso crema, el queso azul y la nata. El queso azul tiene un sabor fuerte, pero no se notará al final, aunque si aporta un toque salado muy rico. Batimos todo bien. Por otro lado, sacamos la base horneada y dejamos que enfríe. Quitamos el papel vegetal con los garbanzos. Lavamos las fresas o frambuesas y las ponemos en una bandeja forrada con papel vegetal. Espolvoreamos con un poco de azúcar y llevamos al horno a 115ªC durante una hora con el ventilador puesto. El objetivo es deshidratar la fruta.
