La tarta de queso es uno de esos postres capaces de conquistar a cualquiera. Además, tiene la peculiaridad de que es diferente en cada casa, por lo que siempre es una aventura tomar tarta de queso en lugares distintos. Tenemos la idea de que es una receta muy elaborada, con cierto nivel de complejidad, y en realidad no es así. Lo que si es cierto es que requiere dedicarle un rato, ya que hay que hacer dos partes: la base, y la tarta de queso propiamente dicha. Por lo demás, siguiendo las proporciones y las indicaciones de la receta, es una de esas tartas que siempre quedan bien y con las que podemos impresionar a nuestra familia o invitado. ¿Te animas?
4LA BASE DE GALLETA PERFECTA
El siguiente paso es subir un poco la masa de galleta hacia los bordes del molde, que previamente habremos untado con un poco de mantequilla para que no se pegue la tarta en esa parte. Una vez que tengamos la base perfectamente colocada, volvemos a tapar con el papel vegetal y la guardamos en la nevera durante unos 40 minutos para que repose y vaya cogiendo textura. Una vez transcurrido ese tiempo, sacamos de la nevera y ponemos un buen puñado de garbanzos sobre la masa, sin quitar el papel que las cubre, y llevamos al horno durante 15 minutos a 200º. Así conseguido que la masa no suba y quede con una textura crujiente deliciosa.
