Tu búsqueda parece haber encontrado su solución en la Lista Robinson. Lo que inicialmente puede ser una campaña de telemercadeo, a veces puede convertirse en puro acoso; por esta razón, se han desarrollado una gran cantidad de plataformas que bloquean llamadas, correos electrónicos y SMS de números no autorizados. Las aplicaciones móviles son una de estas soluciones, junto con otra muy conocida llamada Lista Robinson.
Este artículo examinará el servicio de la Lista Robinson, que es esencialmente un servicio de exclusión voluntaria que te permite dejar de recibir anuncios, para ver qué ofrece, si es efectivo y qué significa en términos de protección de datos.
¿Qué es la Lista Robinson?
Se trata de una lista «mágica» cuya existencia data desde los años 90 y posee más de 550.000 usuarios. Los consumidores pueden usar la Lista Robinson, un servicio que los excluye de la publicidad, de forma gratuita, y las empresas pueden usarlo pagando una tarifa. A nivel del ciudadano, funciona de forma bastante sencilla y es un componente de la publicidad personalizada.
El objetivo principal de este servicio es mantenerte alejado de los anuncios de empresas de las que no es cliente o a las que no has dado tu permiso. La Lista Robinson debe ser utilizada por las empresas, según la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP):
«La Lista Robinson debe ser consultada por quienes vayan a realizar una campaña publicitaria para excluir de la misma a las personas inscritas. Sin embargo, pese a que te hayas inscrito en la Lista Robinson, los comerciantes pueden remitirte publicidad de sus productos o servicios si eres cliente o si les has dado tu consentimiento».
¿Cuándo comenzó la práctica de la Lista Robinson?
Los primeros casos de esta lista de exclusión de publicidad datan de 1993, cuando solo se aplicaba al correo postal. Sin embargo, la AEDP y la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo, ahora conocida como Adigital, anunciaron en 2009 que ampliarían sus servicios para incluir más canales digitales como llamadas telefónicas, SMS y MMS, además del correo electrónico.
¿Cuántas personas la utilizan?
Cerca de 570.000 personas utilizan actualmente el servicio, siendo el canal telefónico el que registra el mayor número de usuarios (75% de los usuarios registrados), seguido del canal de correo electrónico (35%). La Asociación Española de la Economía Digital, también conocida como Adigital, es el responsable del tratamiento y supervisa el servicio con el beneplácito del máximo órgano administrativo de España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
¿Por qué se llama Lista de Robinson?
El nombre de la lista, de hecho, tiene alguna conexión con Robinson Crusoe, el náufrago. El término «Robinson Crusoe» se deriva del uso común de los sistemas publicitarios anglosajones, que se refiere al personaje de Robinson Crusoe como un individuo que se aísla para la publicidad, según nos intenta transmitir Adigital.
¿Qué tan problemático es el telemarketing, como para que justifique la creación de esta clase de servicio?
La memoria anual publicada por la AEPD en el año 2016, ubicó a las telecomunicaciones y a la publicidad en las áreas mayormente sancionadas en el mundo, con multas de 549.800 millones de euros para la primera y de 1.964.305 millones de euros para la segunda.
La causa de las sanciones fue la conducta abusiva que ambos sectores tuvieron entre los consumidores, por ello se ha hecho necesario crear un servicio como la Lista Robinson, y no sólo existe una, pues cualquier entidad o empresa puede crear la suya, debido a que no existe nada que se lo impida.
¿Qué se debe hacer para darse de alta en una Lista Robinson?
Lo que debe hacerse para apuntarse a la Lista Robinson es ubicar por internet la página web de este servicio y suministrar cierta información como la fecha de nacimiento, el email, el sexo, el número de DNI, el nombre completo, y señalar cuáles son los medios por medio de los cuales ya no deseas seguir recibiendo publicidad telemática, bien sea por correo postal, MMS, SMS, teléfono fijo, teléfono móvil o correo electrónico.
Otra cosa que se puede hacer es activar el modo de revocación de las llamadas, para que se haga una notificación a una empresa de la que ya has sido cliente, para que dejes de recibir sus llamadas de publicidad. Cuando te inscribes, puedes optar por bloquear la llegada de toda clase de publicidad, o conservar el derecho a recibir publicidad únicamente de aquellas empresas u organizaciones que si te interesan.
Las empresas están obligadas a obtener el consentimiento de las personas para enviarles publicidad
De hecho, la existe la obligación de las empresas de obtener de sus usuarios, de manera inequívoca, clara y expresa el consentimiento para recibir su publicidad. Pero el alta no surte efectos de inmediato, sino que tiene un lapso de aplicación efectiva de aproximadamente 3 meses a partir de la fecha del registro.
Algo que se debe aclarar desde ya es que, si una persona dio su consentimiento expreso a una empresa para recibir su publicidad, darse de alta en una Lista Robinson no producirá ningún efecto en ello, y solamente es posible revocar el mismo para el canal telefónico.
¿Las empresas están en la obligación de consultar la Lista Robinson previo a ejecuta una campaña de publicidad?
La respuesta es que sí. Según el Reglamento del año 2007, que desarrolló la ley española LOPD del año 1999, todas las empresas están en la obligación de hacer una depuración de las bases de datos de los potenciales clientes y consultar la Lista Robinson, aunque ello les puede suponer un coste, que puede ser de 0 euros hasta los 1.975 euros, en el caso de una microempresa, y de alrededor de 6.450 euros al año en empresas que se dedican a la prestación de servicio.
«Las circunstancias actuales en las que empresas deben consultar el servicio de Lista Robinson son cuando para realizar acciones publicitarias utilizan datos de fuentes accesibles al público o bien cuando realizan acciones publicitarias a favor de terceros. Es decir, cuando el anunciante no es el titular de la base de datos que incluye los destinarios de la acción publicitaria», nos indica la empresa Adigital.
¿Qué pasa si no hacen esa consulta?
En caso de que una empresa que quiera hacer publicidad de uno de sus productos o servicio, o encargue a un tercero que realice esta publicidad y no consulte previamente la Lista Robinson, será sancionada con una multa que puede ser bastante alta, ya que, por supuesto, va a superar la cantidad de dinero que debía pagar por haber cumplido su obligación de consultar la Lista Robinson, dependiendo de la actividad a la que se dedique, de hecho, si la infracción es muy grave, las multas pueden llegar a los 20.000 millones de euros.